LOS CRUCEROS

Por fin arribó el nuevo y flamante 'Queen Elizabeth'. Aunque muchas noticias afirmaban lo contrario se ha podido ver, atracado durante unas horas, a ese majestuoso transatlántico inglés. Desgraciadamente, aunque me hubiera gustado contemplarlo, no he podido por estar esos días fuera de la ciudad. Debe haber sido algo espectacular pero me he tenido que conformar con ver alguna foto en lavozdigital.es y leer los comentarios al respecto. La llegada de esos colosos del mar a nuestra ciudad es, sin duda, un bien para todos. Este verano hemos podido contemplar en multitud de ocasiones a varios de ellos, que han coincidido en sus escalas, y poco a poco se nos va haciendo cada vez mas familiar la estampa de un puerto a rebosar. Lo que sí es preocupante son los comentarios que se vierten ante esta indudable llegada de visitantes. Parece que los pasajeros están obligados a pagar una cuota de gasto durante su visita a la ciudad. En muchas opiniones, de las que se vierten a su marcha, se hace un balance negativo de los ingresos que han generado los diferentes gremios. Que vengan esa cantidad de visitantes es, sin duda, beneficioso en todos sus aspectos y lógicamente es una inversión a largo plazo. Parece que ya no nos acordamos de aquellas primeras escalas en las que los autobuses recogían a los pasajeros trasladándolos a Jerez o a Sevilla. Ahora, y hay que ser objetivos, son cada vez mas los que, plano en ristre, recorren nuestras calles. Ya, incluso, hay veces que podemos ver como numerosos grupos efectúan visitas guiadas en bici por nuestras calles o como los bus turísticos (los 'tosta guiris') circulan repletos. Son, cada vez más, los comercios que se benefician de estas visitas y, si tenemos paciencia, veremos como realmente es una buena fuente de ingresos para todos, al tiempo.