La estafa millonaria de la operación 'Hamelín' llega hasta el Tribunal Supremo
JEREZ.Actualizado:El juez les condenó a penas de ocho y nueve años de prisión por una de las estafas más sonadas que se recuerdan en Jerez. Los cabecillas de la conocida como operación 'Hamelín', Domingo Gallegos y Miguel Bohórquez, se apropiaron (según sentencia judicial) de más de once millones de euros de unos 70 perjudicados, a través de una sociedad dedicada a la venta de vehículos e inmuebles inexistentes, dando apariencia de que procedían de subastas.
Los abogados de los dos condenados, sin embargo, no arrojan la toalla y ahora han presentado los correspondientes recursos de casación ante el Tribunal Supremo, que tras haberlos admitido a trámite se tendrá que pronunciar sobre ellos en un periodo aproximado de un mes. Como ha sabido este medio por fuentes del caso, los letrados piden la absolución de ambos argumentando que los hechos imputados no son constitutivos de estafa.
En el caso de Gallegos, el recurso vuelve a señalar con el dedo a su compinche, recordando que Bohórquez era el único propietario de la entidad M. B. M. Gestión Financiera, la que sirvió de tapadera para cometer el delito y ello, por tanto, exculparía al primero sobre cuya participación en la trama existen «serias y más que razonables dudas».
En cuanto a Bohórquez, el recurso presentado por su abogado hace referencia a la vulneración de su presunción de inocencia, justificándolo en que tampoco se da «prueba de cargo suficiente para declarar probada su participación». En esta ocasión, el letrado también desvía la atención sobre el otro cabecilla, afirmando que su representado «no era inicialmente conocedor de los planes de Gallegos» y subrayando la «inexistencia de voluntad criminal».
Por ello, la pelota se encuentra en estos momentos en el tejado del Tribunal Supremo, que podría desde decretar la absolución de ambos o alguno de ellos hasta dar por válida la sentencia vigente. Por ahora, Gallegos permanece en la cárcel mientras que Bohórquez está en libertad provisional, tras haber abonado una cuantiosa fianza.