Abucheos a la entrada y salida del Ayuntamiento
JEREZ.Actualizado:Tanto a su llegada como a su salida del Consistorio, el dirigente andaluz recibió abucheos de un grupo formado por algo menos de un centenar de personas. Éstas representaban a diferentes colectivos, como los trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua, eventuales de Cojetusa o desempleados de la ciudad. «Fuera», «fuera», fueron los gritos con los que Griñán fue recibido nada más salir del coche oficial.
El líder socialista se dio la vuelta y saludó, aunque luego entró a toda prisa al Consistorio. En la parte exterior, el ambiente se calentó por momentos, especialmente cuando miembros del PSOE jerezano dirigieron elogios hacia Pilar Sánchez. El resto de colectivos no dudó en responder con apelativos como «enchufados», «socialistos» y «sinvergüenzas». De hecho, llegó a formarse incluso una pequeña guerra entre las dos facciones.
Apenas una hora después, el mandatario autonómico salía por las escaleras del edificio consistorial con nuevos abucheos: «Derogación», clamaba la plantilla de la Agencia del Agua en referencia al decreto que supondrá la semiprivatización de las instalaciones. Una imitación en cartón de un autobús de «Conjentusa» también esperaba fuera a Griñán, la alcaldesa y el resto de delegados municipales. Estos se dirigieron a toda prisa al centro de esclerosis múltiple que el presidente iba a inaugurar, y hasta allí les siguió sólo una delegación de la Agencia del Agua.
Una vez que terminó también este acto, el presidente de la Junta se dirigió, ya más calmado, a hablar con los trabajadores de la Agencia del Agua, lo que enfrió en gran parte los ánimos de la plantilla.
La primera visita institucional de José Antonio Griñán a Jerez será recordada por esta situación, que en la ciudad es bastante habitual sobre todo desde que las cifras del paro y los conflictos laborales comenzaron a aumentar a causa de la grave crisis económica. Aunque en Jerez no es difícil observar estampas como ésta frente al edificio del Consistorio, el problema suele acentuarse durante la celebración de plenos municipales, donde el enorme ruido causado por los colectivos ha boicoteado en más de una ocasión el debate de los asuntos locales.