Rubén, el gaditano que no podía jugar a las cartas

Con una frase mítica entró Rubén en la colorida casa de Guadalix. El isleño se percató, más bien pronto, de que sería el único hombre en una casa colonizada por las chicas y en un tono jocoso lanzó un envite a Mercedes sugiriendo que entrase «algún chico para jugar a las cartas... aunque sea».

Después de la sorpresa inicial, su ex novia Chari entró de forma inesperada en la casa, el gaditano 25 años fue recomponiéndose.

Rubén estudia empresariales y trabaja como ejecutivo comercial. Le apasiona viajar por el mundo y ha estado viviendo en Suecia y en Estados Unidos.