Una generación perdida por culpa del 'boom' de la construcción

«La situación es insostenible». El portavoz del Servicio de Análisis Económico de UGT, Roberto Marín, ha destacado que el problema de Cádiz es estructural. En la provincia, los parados de larga duración siguen en la lista del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) sin ninguna salida a la vista. Se perpetúa su presencia en la lista del paro. La prestación se acaba y la recolocación es cada vez más difícil para un colectivo con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años. En este sentido, Marín destaca que el tiempo de bonanza del sector de la construcción ha hecho mucho daño a esa generación que abandonó los estudios para ganar un dinero fácil en el andamio. El sector de la construcción suma 35.512 desempleados en Cádiz en estos momentos y Marín señala que muchos de ellos son jóvenes que no han logrado formarse. Este es un 'handicap' para abandonar la bolsa del paro. Recuerda que 2006 y 2007 fueron los años del 'boom' del ladrillo, donde las empresas inmobiliarias no daban abasto y los peones más jóvenes ganaban grandes salarios. Sin embargo, la burbuja estalló en 2008 y los peones empezaron a engordar la lista del paro hasta convertirse la construcción, junto con el sector servicios, en una máquina de fabricar desempleados. Los expertos consultados por este periódico reconocen que hay un importante contingente de parados en la provincia de difícil recolocación tanto por edad como por falta de formación.

Al hilo de esta reflexión, el gerente del Colegio de Economistas de Cádiz, Javier Fernández, recordó ayer las palabras del Rey y del rector de la UCA durante el acto de apertura del curso académico la pasada semana. Ambos apelaron a la formación como uno de los pilares de la sociedad. Fernández señala que ha sido el propio ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el que ha reconocido que en España hay un millón y medio de parados de difícil recolocación. Fernández admite que la construcción ha jugado un papel clave en la situación que vivimos ahora. Según los datos que maneja, la cotización de un trabajador gaditano sirve para mantener a casi dos personas que no tienen actividad.