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El centro de recursos gaditano atiende a diario a multitud de familias de la provincia que pasan necesidad. :: ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

El Centro Dora Reyes y el Albergue, a punto de cerrar por el impago municipal

La Fundación Sauce tiene la intención de 'echar la persiana', en apenas dos semanas, a los dos centros que tiene en la ciudad

ANTONIO M. DE LA VEGA amunoz@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

La historia de desesperación de los trabajadores de la Fundación Sauce no es sólo la de un grupo de personas que lleva cinco meses sin cobrar sus nóminas. Detrás de ellos, de su labor, hay cientos de personas que, de forma directa, están sufriendo por un conflicto laboral que amenaza no sólo a los 14 empleados de la empresa, sino que puede dejar a muchas personas necesitadas en la calle.

La Fundación Sauce se encarga en Cádiz de la gestión del Centro de Recursos Dora Reyes, en el que viven mujeres con hijos en exclusión social. En total son cinco mujeres y ocho niños que se ven obligados a vivir en este centro por carecer de recursos económicos para tener un hogar de forma independiente. Además, Sauce es también la empresa concesionaria del Centro de Transeúntes municipal, donde un buen número de personas sin techo encuentran cobijo cada noche.

Los catorce trabajadores de estos dos centros, mujeres en su mayoría, llevan ya varias semanas manifestándose casi a diario frente a las puertas del Ayuntamiento. Lo hacen así porque, por lo poco que les cuentan desde la Fundación, es precisamente la falta de pago del Ayuntamiento de Cádiz lo que les impide pagarles sus nóminas. La situación está llegando a un límite insostenible, tanto es así, que la empresa ya ha avisado a los trabajadores de que su intención es cerrar los dos centros que gestiona en Cádiz el próximo 31 de octubre.

«Ya estamos desesperados», comenta una portavoz de los trabajadores, «sentimos que nos están utilizando, llevamos ya cinco meses sin cobrar y nadie nos dice que es lo que está pasando». Por el momento, lo único que saben es que la empresa tiene la intención de hacer un ERE que los va a dejar en la calle. Sus jefes en Sevilla les habían explicado que utilizarían el dinero que el Ayuntamiento tiene que pagarles para liquidarles. El problema es que el Consistorio sigue sin hacer frente a su deuda.

Desde el Área de Familia del Ayuntamiento de Cádiz se asegura que no se ha recibido ninguna comunicación oficial de parte de la Fundación Sauce, por lo que aún no se ha previsto ninguna actuación concreta para evitar que los usuarios de los dos centros se vean en la calle.

Las mujeres que viven en el piso de Dora Reyes se temen lo peor. Ya, en los primeros días de huelga de los trabajadores de la Fundación tuvieron que ser realojadas por los Servicios Sociales municipales en hostales con sus hijos al quedar cerrado el piso en el que viven, pero si la cosa se alarga con el cierre de los centros temen verse en la calle de manera definitiva. «Llevamos mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza. Nosotras lo aguantamos todo, pero no podemos tener a los niños dando vueltas para arriba y para abajo. Ya tenemos bastante con no tener donde estar».

Así la situación, el sentimiento general de trabajadores y usuarios es de impotencia. No les queda más que apoyarse entre todos. «Para eso somos una gran familia. Estamos juntos día y noche», explican. La solidaridad y comprensión entre las trabajadoras del centro y las usuarias del mismo es total, tanto es así que algunas de estas últimas se están sumando a las protestas diarias que se están realizando delante del Ayuntamiento.

De otro lado, los transeúntes del albergue municipal. A diario, decenas de hombres y mujeres que no tienen un techo bajo el que refugiarse llegan al centro de Portería de Capuchinos. Allí se atiende a unas mil personas al año. Se les da una cama, la posibilidad de darse una ducha y sobre todo, calor humano. El previsible cierre de la instalación se presenta también dramático para estos sin techo, sobre todo teniendo en cuenta que el cielo de otoño ya no es el agradable cobijo que ha sido durante los últimos meses.

Y mientras este conflicto se aproxima a una solución que no pinta nada bien, los trabajadores siguen insistiendo en que el Ayuntamiento pague a la empresa, tal como algunos concejales les han asegurado en más de una ocasión que se iba a hacer. Varios de ellos incluso tomaron la palabra en el último Pleno municipal. No entienden porqué, mientras se hacen algunos pagos preferentes a proveedores, el de la Fundación Sauce sigue esperando a que vengan tiempos mejores.