Familiares y amigos le dieron el último adiós a la víctima. :: J. FERNÁNDEZ
Ciudadanos

Ingresa en prisión el único detenido por el homicidio del joven de Las Tablas

La víctima fue enterrada ayer en el cementerio de Jerez, mientras el padre del imputado reconocía que a su hijo «se le había ido la olla»

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«No sé qué ha pasado; a mi hijo se le ha ido la olla». Esta frase era repetida ayer una y otra vez por el padre de A. S. F, el presunto autor de la muerte del joven de 21 años Francisco Caro Borrego. El Tanatorio de Jerez acogió durante la mañana la celebración del sepelio, mientras la familia del acusado se preguntaba cómo era posible que una discusión entre amigos hubiera acabado de una forma tan trágica.

El propio padre reconoció haber estado presente en el momento del ataque, que se produjo cuando Francisco acudió a casa de A. S. F, en el núcleo jerezano de Las Tablas, en la noche del pasado viernes. Como ya adelantó LA VOZ en su edición de ayer, el progenitor contó que los dos jóvenes se enzarzaron en una pelea verbal y él intentó mediar en el asunto, cosa que aprovechó su hijo para buscar en el interior de la vivienda un cuchillo y asestarle dos puñaladas a la víctima. Según explicó, todo sucedió muy rápido y él no se dio cuenta de que el atacante había aparecido con un arma, hasta que fue demasiado tarde.

Entonces, el fallecido empezó a gritar que el otro le había «pinchado» y el familiar se percató de la gravedad de lo sucedido. Al momento, el herido fue trasladado al hospital, mientras el presunto agresor era detenido por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría jerezana.

Desafortunadamente, el chico perdió la vida al poco tiempo y, tras la realización de la autopsia, se dio sepultura a sus restos. Tanto en el tanatorio como en el cementerio se vivieron momentos de mucho dolor y nadie podía explicar lo ocurrido. Como ha podido saber este periódico por fuentes de la investigación, el imputado, de 24 años, confesó durante su declaración en el juzgado de Instrucción número dos de Jerez; tras lo que fue trasladado a prisión.

Todo apunta a que permanecerá en la cárcel hasta la celebración del juicio, dada la gravedad del delito que se le imputa. Según las mismas fuentes, aunque aún está pendiente la calificación jurídica, lo más probable es que se le juzgue por un delito de homicidio y no de asesinato, para lo que deberían incurrir agravantes como la alevosía.

En este caso, todo indica que la agresión fue fruto de una discusión espontánea y por tanto no estaba premeditada. Lo que sí se podría aplicar sería el agravante de abuso de superioridad por el uso de un arma, un extremo que deberá ser estudiado por la Fiscalía en los próximos días.

Prácticamente seguro es que A. S. F. será juzgado por un tribunal popular, algo estipulado para los casos de homicidio. En lo que se refiere a la investigación, la Policía podría intervenir alguno de los ordenadores de los chicos, ya que la pelea se inició en una red social.

En El Polilla, el núcleo perteneciente a la barriada de Las Tablas en donde se produjo el fatal desenlace, aún no dan crédito a lo sucedido. Allí vivía el imputado y también los abuelos de la víctima, por lo que ésta se trasladaba a la zona rural con bastante frecuencia desde Jerez.