Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Los síntomas se detectan a través del dibujo en los más pequeños. :: LA VOZ
sanidad

Doctor, ¿qué le pasa a mi hijo?

Los problemas de conducta y del desarrollo son los principales motivos para acudir a Salud Mental

ELENA MARTOS
CÁDIZ.Actualizado:

El niño ha empezado a ser muy travieso y está nervioso todo el tiempo. Algunas noches duerme poco y a veces, contesta mal. Ahí hay un problema. Los pediatras tiran más de experiencia que de manuales para detectar cuando algo no va bien. Si se activa la alerta lo mejor es derivar a Salud Mental.

La provincia cuenta con varias unidades infantiles repartidas por todo el territorio. Cádiz, Puerto Real, Jerez y Algeciras, además de los equipos de distrito. Sus dispositivos atendieron el año pasado 29.239 visitas, entre primeras consultas y las de seguimiento, según los datos que recoge la memoria anual de la Consejería de Salud publicada recientemente. El volumen no ha dejado de aumentar en la última década hasta llegar a multiplicarse por tres, lo que resulta aún más sorprendente, porque la población apenas ha variado en ese tiempo.

Los motivos son muchos: aceptación social de los problemas de salud mental -todo el mundo ha tenido un bache alguna vez-, normalización de las visitas al psiquiatra -ha pasado de tabú a convertirse en un servicio sanitario más-, padres sobreprotectores -recurren a un experto a la menor duda- y un aumento de las situaciones catalizadoras del trastorno -divorcios, abuso de televisión, videojuegos, Internet o simplemente una sobrecarga de actividades extraescolares-.

La sociedad ha cambiado y es más exigente. La adaptación no siempre resulta fácil. La doctora Concha de la Rosa ha vivido toda esa evolución. Desde hace años dirige la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (Usmij) de Cádiz y por ella pasan cada año en torno a 300 niños que acuden a su primera consulta. Otras 3.000 visitas son de seguimiento. «El volumen llega a desbordarnos», asegura.

Enfermedades habituales

La especialista se sorprende al ver sobre el papel el aumento progresivo de las consultas, pero reconoce que hay una justificación clara. Por una parte alude al cambio de mentalidad: «la gente ya no tiene miedo al psiquiatra, todo lo contrario, consume psiquiatra y lo usan para cosas que a veces no tienen que ver con la salud mental, sino con los avatares de la vida». Y por la otra, en el caso de los niños, se centra en la sensibilidad de los padres: «hay mucha más información y son capaces de detectar antes cualquier problema».

Durante los últimos diez años el motivo principal de consulta ha sido el trastorno de conducta. La doctora De la Rosa explica que es la patología más habitual. Esos problemas de comportamiento «derivan a diagnósticos distintos, desde un déficit de atención a la propia depresión».

La unidad infantil de Cádiz se ha centrado en la detección precoz y es prácticamente la única que atiende a niños de cero a cinco años derivados directamente de la atención primaria.

Cuando hay un divorcio

La conflictividad dentro de la familia también ha influido a que la cifra se dispare. Cada año los divorcios son casi tantos como las bodas. Las rupturas siempre afectan a los menores, especialmente cuando la relación entre los padres es mala. Por lo general, los pequeños que más sufren durante una separación son los que tienen entre siete y doce años, que empiezan a familiarizarse con los conceptos de pérdida y de muerte, cuenta la especialista. Cuando la ruptura se produce en edades más tempranas, parece que lo toleran de otra manera, pero en cada proceso hay un daño y prevalece el afán de los menores por volver unir a sus padres. En cualquier caso, la psiquiatra recalca que la mala relación entre los progenitores es el motivo principal de una patología en los niños.

Por otro lado, también destaca un aumento de los casos de autismo. Y explica que «cada vez se detectan a edades más tempranas, pero es imparable el número de afectados y no hay una explicación documentada».

El estrés laboral, la depresión o los problemas de sueño son cada vez más habituales. Dicen los especialistas que la situación económica los ha agudizado, pero la cifra no ha dejado de aumentar desde finales de los noventa. Hoy acude a salud mental un 40% más de gaditanos que hace una década. Según la memoria estadística de la Consejería se registraron en torno a 153.674 consultas sólo el año pasado, en 2001 apenas superaban los 90.000.

En este caso, la pérdida del miedo al psiquiatra y la aceptación social sí han sido determinantes. Tanto es así que los pacientes son ya grandes conocedores de los medicamentos sicotrópicos que se prescriben para aliviar los trastornos cotidianos.

La depresión o el estrés son los males del siglo XXI y hasta los propios médicos de familia se están especializando en este tipo de cuestiones. A la vista de los datos de Salud, no sólo se produce un aumento en las consultas de seguimiento, sino en las primeras.

En lo que respecta a la atención hospitalaria, las cifras apenas se han movido. La provincia cuenta con 70 camas de internamiento por las que pasaron el año pasado 1.352 pacientes a una media de 14 días de ingreso.