TIRAR EL DINERO
Actualizado: GuardarNo nos pueden dar buenos ejemplos, pero se consuelan dándonos buenos consejos. Las autoridades europeas sospechan que la debilidad de la moneda estadounidense puede frustrar nuestra recuperación. Mejor sería decir abortar, ya que esa recuperación todavía no ha nacido. Su orto no va ser mirífico. El euro ha subido a 1,41 dólares. El que tenga alguno, que lo cuide. Dicho de otro modo: hay que tener precaución hasta con las propinas. O se modifica nuestros sistema monetario, lo cual sería una catástrofe, o modificamos nuestro comportamiento.
Durante una época, falsamente feliz, los españoles cambiaban de coche cuando se le llenaba el cenicero del vehículo. No éramos ricos, pero creíamos serlo, que aunque no sea igual parece lo mismo. Eso es cierto, pero no creo que a todo el mundo le haya gustado tirar el dinero. Ni siquiera a los ricos de pedir, que cuando lo soltaban es porque estaban seguros de que iba a ser recogido por algún cómplice. Mi amigo José Luis Coll me confesaba que él estaría dispuesto a dar todo lo que tuviera a condición de que le diesen una cantidad superior. Ahora que las cifras han encogido es cuando las miramos con lupa para no tener nostalgia de su anterior dimensión. Algunos piden que se aclare si Acosol pagó uno de los infructuosos mítines de Trinidad Jiménez y otros exigen la destitución del gerente del Consorcio de Bomberos, que invirtió 14.000 euros en corbatas de regalo, sin duda para su posible utilización como tapabocas.
Este anecdotario menor se eleva a categoría cuando nos damos cuenta de que hay que ser austeros no por perseguir esa virtud, sino porque hemos perdido de visto al dinero fácil. Solo lo fue para algunos. El 'poderoso caballero' ha elegido siempre sus amistades. Con los pobres se ha limitado a mostrar su campechanía dándoles una palmada en la espalda. Luego los ha dejado con dos palmos de narices.