EL GRAN CARNAVAL
Este año van 32 mineros muertos en Chile. Uno menos de los rescatados
Actualizado:Esta semana resulta difícil ser sincero sin quedar como un cínico insensible. Pero como siempre hace falta un aguafiestas para dar contraste, vaya un saludo para los incapaces de entender nada de lo sucedido con los 33 mineros rescatados en Chile. Un mensaje de solidaridad para los impasibles ante el show creado desde una desgracia reconvertida en exhibición de términos abstractos y grandilocuentes como «lo grande que es un país» y «lo maravilloso que es el ser humano». Sólo unas pocas bestias pardas han podido permanecer al margen de tal eucaristía de amor, canjeable por miles de millones. Un abrazo para ellas, para las asilvestradas almas que lo han visto todo como una tragedia fruto de la avaricia empresarial. Discursos, banderas, el minuto a minuto tan irrespetuoso, el asedio de micrófonos, gente tocando el claxon por las calles... Una barbaridad que ha tenido solución. Pero el segundo sustantivo nunca borra del todo el primero. Salvar una sola vida es el más sagrado motivo de alegría, pero nadie habla de dejar de ponerlas en peligro. Este año van 32 mineros muertos en accidentes en Chile. Uno menos de los rescatados. Ni puto caso. Han tenido el mal gusto de morir uno a uno y sin respaldo audiovisual. Sólo dos conclusiones: que el más atinado ha sido el último trabajador que salió y le dijo al presidente «esto no puede volver a pasar» y que Billy Wilder es un genio intemporal, preclaro, visionario. Lo contó todo hace más de 50 años en ‘El Gran Carnaval’. Imposible apartar la película de la cabeza. Nada cambia. Siempre se quedan encerrados los mismos. Siempre están arriba, con un abrazo, los que nunca conocieron agujero ni los tapan. Hasta una nueva conexión.
El circo mediático
El exceso de atención hacia determinados hechos es, ahora, más irritante por ir acompañado de un hipócrita, y ya previsible, debate. Esta semana, además de Chile, los juzgados de Málaga también han sido escenario de otro pasote. Los mismos jefes de los mismos medios que destinan legiones y espacios desmedidos son los que, al día siguiente, plantean eso tan manido de: ¿se habrá convertido esto en un espectáculo mediático? Como si la decisión de cubrir y difundir hubiera llegado del espacio sideral. Los mismos que abren el circo, reinauguran el fariseo debate, de fingida autoflagelación: ¿será ésto un circo? Parece que la pregunta ya está decidida de antemano, a sabiendas de que antes se ordenó el exceso.
La cárcel de Valcárcel
Para serial, el del PSOE de Cádiz. Valcárcel puede ser el presidio de Santa Elena para la carrera política del napoleónico González Cabaña. Aunque lidió con mil trifulcas mayores, ésta llega en un momento clave. Nunca se le vio tan solo y desorientado. Proponer oficinas en el histórico edificio viñero ha encontrado el rechazo hasta de sus delfines, hasta de su ex mentor. Le han dejado tirado. La idea, por bienintencionada que sea, muestra la escasa capacidad de maniobra de un dirigente político. Incapaz de facilitar un proyecto hotelero capaz de crear algo de empleo. Según este modelo, Cádiz podrá ser líder mundial en funcionarios involuntariamente bronceados en 2020. Les daría el sol en la carita en los despachos de Tiempo Libre, Asdrúbal, Escuela de Náutica, Balneario de La Palma y Valcárcel. Uno pensaba que los funcionarios debían tener instalaciones cómodas para realizar mejor su trabajo pero que la coletilla «a pie de playa», la merecen en su tiempo libre (con perdón) y no en su horario laboral. Van a tener que repartir crema protectora a la entrada de los centros de trabajo.
Críticos con trienios
Produce bastante cosa darle la razón a Teófila en lo de los funcionarios, pero se la ponen tan suave, con la rosca exacta, sólo para empujarla… El nuevo movimiento crítico-talludo del PSOE viene a ser otra facilidad para ella a corto plazo pero, quizás, la única esperanza de contrapeso para los ciudadanos a cinco años vista. Algunos de los que lo forman (Antonia Alvarado, José Macías…) son dignos del mayor cariño personal y del respeto a la trayectoria política, al ejemplo. Pero las ausencias despiertan dudas. Que los mismos que reclamaban cambios hace tres meses no estén ahora con ellos sólo se explica desde la desidia o desde el interés. Y ninguna de las dos cosas habla bien del PSOE gaditano. Las ideas parecen las mismas. Los nombres, no. Raro. Tomás Gómez y Barreda han abierto la caja de los truenos que algún día caerán también aquí. ¿Para cuándo la limitación temporal de cargos? ¿Cuántos problemas le ahorraría al PSOE? ¿Han hecho el listado de nombres que nos evitaríamos en ayuntamientos, diputaciones, parlamentos varios, delegaciones diversas, ministerios y presidencias si los ocho años de tope fueran norma desde los 90? Eso sí, para los que ahora aspiren a listas o cargos también empezaría a contar el mismo reloj. Ocho años y se vuelve usted a casa. Entonces, sí merecerán más frecuentemente un «gracias» comunitario.