Huelgas en Francia
Actualizado: GuardarFrancia vivió ayer la cuarta jornada de huelgas contra la ley que eleva la edad de jubilación de 60 a 62 años. La adhesión al paro fue muy alta, aunque hay gran diferencia entre el monto total de participantes que proveen los sindicatos y el Gobierno. Muy animados, por lo visto, los sindicatos, y singularmente la CGT, entienden mantener poco menos que indefinidamente la presión y esperan que se les unan un factor muy acreditado en Francia: los estudiantes. Una ofensiva contra una legislación discutida y discutible pero que es ya el centro del debate en todas las economías occidentales abiertas. En España solo ha empezado, pero no es difícil prever un escenario parecido mientras la población jubilada, por fortuna, no deja de crecer al amparo de la muy ampliada esperanza de vida. La mayoría de gobierno en Francia ha funcionado como un reloj y el campo oficialista (UMP) ha recibido el apoyo de un cierto número de parlamentarios centristas. Pero solo algunas voces socialistas, en tono menor, han sugerido la posibilidad de pensar en calma sobre el particular. Tal vez no le falta alguna razón al ministro de Trabajo cuando el lunes en el Senado, donde se aprobaba fácilmente la Ley, se mostró persuadido de que los socialistas no la abolirán cuando vuelvan un día al poder.