El fútbol moderno es para listos
El central se jugó la expulsión en un par de ocasiones y fue sustituido, mientras que Bermejo sumó su quinto partido sin marcar Ochoa frenó las embestidas azulinas con un fútbol sobrio y sin ningún tipo de florituras
JEREZ.Actualizado:El fútbol es para listos. La funcionalidad en el deporte rey suele dar sus frutos y ayer se descubrió en el Municipal de Chapín. Llegaba un Huesca débil en defensa, ante un Xerez que siempre había celebrado al menos un gol por partido. El guión no iba a descubrir lo contrario, ya que los azulinos marcar, marcaron. Lo que no se esperaba más de uno es que los oscenses hicieran lo propio en tres ocasiones.
La vistosidad que ha caracterizado al Xerez en las últimas jornadas se quedó ayer en la caseta, posiblemente gracias al orden defensivo impuesto por Onésimo sobre el verde de Chapín. El pragmatismo del técnico del Huesca se trasladó por primera vez a su equipo, que llegaba en mala racha. Tan mala, como la sequía goleadora de Mario Bermejo. No sorprende tanto que el cántabro lleve cinco partidos sin marcar, como que no lo logre a pesar de gozar de ocasiones de gol. Posiblemente lo haya mirado un tuerto, ya que la falta de gol del 9 del Xerez ayer pudiera ser determinante.
Una buena excusa para Bermejo es el acierto de Onésimo al colocar una línea defensiva adelantada y muy segura. Y un protagonista importante en la película de ayer fue Juan Cruz Ochoa. El veteranos central navarro sonó para el Xerez en verano, pero optó por el norte. Ayer no hizo un gran partido, hizo su encuentro. Rozó en un par de ocasiones la expulsión (el colegiado se la perdonó) y sufrió de lo lindo con José Mari, pero hizo su trabajo: desconcentrar al artillero azulino.
Bermejo comenzó el partido tal y como lo acabó: de lado a lado y buscando el gol que no llega. Ochoa parecía que iba a ser un amigo, pero estuvo bien colocado y, lo más importante, apoyado por laterales y centrocampistas. Tuvo que ser sustituido casi al comenzar la segunda mitad, ya que Onésimo lo veía en vestuarios antes de tiempo. Bermejo, por su parte, tuvo su ocasión, pero ayer tenía la pólvora mojada.