Hugo Salazar, en el punto exacto
El cantante sevillano presenta en Cádiz su último trabajo, 'Nuevas latitudes'
Actualizado:Más optimista y positivo, pero huidizo de ese tópico que afirma que con el paso de los discos un músico se hace más sólido. Así ha regresado Hugo Salazar (Hugo para los que añoran las primeras ediciones de la factoría OT) al mercado nacional después de tres años sin publicar, pero de intenso trabajo. Esfuerzo de composición, producción y promos que dan como resultado ‘Nuevas latitudes’ (Sony Music). «Una nueva pulsión en mi carrera, son nuevas latitudes musicales. Durante este tiempo he percibido un cambio en la forma de componer, he reconocido nuevos sentimientos y explorado otras facetas», reconoce el artista sevillano, que dice haber experimentado una especie del ‘extraño caso de Benjamin Button’. Ahora tiene más ganas aún de comerse el mundo, de gozar la vida, «que para eso son dos días» y de ver el vaso medio lleno.
Está más alegre (aunque en el trabajo mantiene una correctísima profesionalidad y seriedad) y vivaz este cantante que se guisa y se come sus propias producciones. Para la última, la cuarta de una carrera que le abrió el programa de televisión pero que gestó de manos de su familia y amigos en su Sevilla natal. A la que se resiste dejar, pese a que el ajetreo laboral le obligue a vivir gran parte del año en Madrid. Tiene otro rincón del sur favorito, la provincia de Cádiz (está esperando que alguien le invite a los Carnavales), en especial, las playas de Conil. «Azotado por el Levante» dice haber compuesto una de las once canciones que forman ‘Nuevas latitudes’. Irremediablemente unido a su imagen de portada y voz que llena mp3 de todas las edades, pero en especial el de las mujeres, el cantautor está convencido de su vocación de enamorado.
Pero también ahora le canta de otra manera, despojado de la nostalgia y el drama que tanta acostumbran los románticos. «Ahora ya no muero de amor, sino más bien sobrevivo al amor, que es otra cosa», aduce. «Estoy atrincherado, pero con los brazos abiertos, sigo esperando a que aparezca mi musa».
No su musa, pero si su ángel ha sido Ludovico Vagnone, músico y guitarrista inseparable de las grandes producciones realizadas en España en la última década y que ha trabajado con Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Ketama, Estopa, Maná, Chambao, The Coors o La Oreja de Van Gogh, entre otros. «Estoy muy contento, creo que el disco tiene mucha calidad en parte gracias a él. Creo que nuestras formas de apreciar la música han dado un buen fruto».
A pesar de tanto éxito y «buena suerte», Hugo no olvida lo difícil que es quedarse con un hueco en el panorama musical español. ¿Cuál es su principal enemigo en esto de vender discos y llenar salas? «La cultura del país. Para hacer buena música hay que producir y consumir. Sin apostar no se gana», responde el cantante, que también ha hecho una incursión en televisión. Su papel en ‘Arrayán’ ha sido una experiencia más, y «muy bonita» en la vida de un amante de la canción que confirma que, de no haber triunfado, habría vuelto a su vida anterior. Pero «como soy muy cabezón», trabajará para que dentro de 20 años algunas de sus canciones «formen parte de la banda sonora de la vida de las personas». Cree estar en el camino. Como dice uno de sus temas, ‘Buenas noches, buena suerte’.