Marcado por el recuerdo

El 13 de junio de 2009 el Xerez Club Deportivo logró el mayor éxito de sus más de sesenta años de historia. La entidad azulina lograba dar el salto por primera vez a la máxima categoría del fútbol español y ponían fin a una temporada prácticamente perfecta, que acabó con el Deportivo como campeón de Segunda División.

El Huesca fue el invitado de excepción de aquella tarde plomiza. El conjunto aragonés llegaba a Chapín consciente de que formaría parte de la mayor fiesta azulina de la historia, pero no lo puso fácil para que los xerecistas lograran el ascenso sumando tres puntos.

Desde aquel 13 de junio de 2009 han pasado muchas cosas. El estreno en Primera, el Bernabéu, el Nou Camp, la campanada en el Calderón, Gorosito, el triste descenso en la última jornada de Pamplona... y un año, tres meses y 27 días después el Huesca regresa a Chapín y con él todos los bonitos recuerdos que la ciudad vivió aquella señalada fecha.

Especialmente emotivo será el día para Vicente Moreno. El valenciano vivió en aquella jornada, posiblemente, el día más feliz de su carrera deportiva, ya que después de una larga trayectoria como xerecista (Vicente es el futbolista que más veces ha defendido los colores del Xerez durante toda la historia de la entidad) el valenciano lograba ascender a Primera tras padecer infinidad de dificultades y rozar el sueño en varias ocasiones. Además, y como si del guión de un cuento perfecto se tratara, Moreno lograba marcar en tan señalado día.

Todo esto hacía que el azulino tuviera «muchísimas ganas» de disputar el encuentro del domingo. Algo que a día de hoy aún es una interrogante ya que, de momento, el valenciano está sancionado por haber sido expulsado la pasada jornada. El colegiado Valdés Aller le mostró roja directa por una acción que a duras penas debía ser marcada como falta -como muestran las imágenes-. El árbitro castellano-leonés no sólo dejó durante gran parte del partido al Xerez con un hombre menos sino que además le estropeaba el reencuentro con el Huesca a un Vicente Moreno muy indignado por la expulsión, pero especialmente dolido porque el Comité de Competición no le ha levantado el castigo. «Después del partido comentaba que el árbitro es persona y se puede equivocar como lo hacemos todos. Sería injusto por mi parte no aceptar eso porque yo soy el primero que se equivoca», contaba ayer Moreno en los micrófonos de Cope. «Pero eso es una cosa y otra es que luego llegue el martes y no te quiten la sanción. Yo formo parte de este mundo pero hay veces que siento vergüenza ajena viendo las decisiones que se toman».

El valenciano tiene la esperanza de poder disputar el partido, pero sabe que no será nada sencillo: «Por una parte, pensaba que serían justos y que me la quitarían, pero viendo cómo suelen actuar no descartaba cualquier cosa. Por eso no me ha sorprendido». Gastada la bala del Comité de Competición, hoy se conocerá el nuevo recurso que el Xerez presentó a Apelación. Si también falla esta opción, aún restará la posibilidad de reclamar ante el Comité de Disciplina Deportiva.

Aquel gol de cabeza, aquella celebración, aquel ascenso quedó muy marcado en un Vicente Moreno que no puede más que reconocer que «es un partido muy especial. Para mí, para la ciudad y para el Xerez, el Huesca siempre estará en nuestro recuerdo. Eso es una cosa y luego está lo que es puramente el duelo del domingo, ya que si nos quedamos pensando en aquel bonito recuerdo y no nos centramos en el partido seguramente nos vamos a equivocar. Será un encuentro muy diferente porque el Huesca se juega mucho más que entonces. Aquel día ya nos costó ganarles y el domingo pienso que será aún más difícil. Aunque la tabla de clasificación diga lo contrario yo espero un parido bastante más complicado que los que hemos tenido hasta ahora».

Después de cuatro victorias consecutivas ya hay quien quiere encontrar algún paralelismo con el Xerez que logró subir a Primera, pero Moreno considera que «es pronto para hablar de ello. Ahora no hemos hecho más que empezar y los resultados vienen de cara. Así es mucho más fácil que haya buen ambiente en el vestuario y todo el mundo tire en la misma dirección. Estos análisis me gusta hacerlos a medio-largo plazo, pues prefiero ver cómo reacciona la gente en los momentos malos. Ahí es donde se ve realmente cómo es cada persona. Ahora mismo se puede asemejar al buen ambiente que tuvimos en el año del ascenso, pero esto habrá que valorarlo al final». Y es que quizás «lo fácil es comentar ahora este tipo de cosas. Es lo que le gusta a la gente porque parece que uno aspira a mucho más. Pero yo creo que hay que tener los pies en el suelo, saber de dónde venimos, el presupuesto que tenemos y el objetivo que se ha marcado el club, que fue la permanencia. Vamos a llegar a esa meta, que será difícil, y ya habrá tiempo de pensar en otras cosas, pero ahora es demasiado pronto ya que con 12 puntos descenderíamos. Hay que ganar muchos encuentros para llegar a los 50 y muchísimos más para pensar en otras cosas».

Redondo, más práctico

Juan Luis Redondo es otro de los escasos miembros que quedan en el vestuario de Chapín del Xerez del ascenso. El sevillano vivió el partido contra el Huesca desde el banquillo y ahora lo hace en el once titular y con los pies en el suelo: «Lo afrontamos únicamente pensando que hay tres puntos importantes en juego para lograr ese primer objetivo. Hace dos años este encuentro fue una fiesta, pero este partido sólo son tres puntos. Esa tarde disfrutamos muchísimo de la victoria y de ascender de una vez por todas. Creo que la afición se lo merecía y ahí lo tuvimos. Disfrutamos todos juntos».