La provincia lidera el paro nacional con 7.024 personas despedidas tras el verano

Los empresarios hosteleros han repetido este verano una y otra vez que los hoteles de la provincia rozaban el lleno. Sin embargo, esa afluencia de visitas no se reflejaba luego en el consumo. Los bares y las cafeterías de la costa han pasado la temporada turística con más pena que gloria. No había alegría en los bolsillos. El resultado de esta situación se ha visto en los datos del paro correspondientes al mes de septiembre. Cádiz lidera la tasa de desempleo del país y encabeza también la de Andalucía.

La provincia se ha encontrado a la vuelta de vacaciones con 7.024 parados más que en agosto y suma un contingente de desempleados de 167.978 personas, la cifra más alta de la década recogida en un mes de septiembre. Cuatro de cada diez nuevos desempleados en Andalucía procede de Cádiz. El sector que más gaditanos ha enviado a los mostradores del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) ha sido el de servicios, con 4.560 personas.

No es novedad que el paro aumente en septiembre, pero sí resulta preocupante el abultado número de parados que ha despedido el sector servicios. El gerente del Colegio de Economistas de Cádiz, Javier Fernández, apunta que una de las causas de este batacazo «es la incertidumbre que viven los empresarios y los escasos beneficios que han tenido la pasada temporada de vacaciones». De esta forma, han preferido prudencia y prevenir antes que renovar los contratos temporales que realizaron a principio de la temporada.

La provincia de Cádiz está directamente ligada al sector servicios y su mercado laboral depende de sus flujos en momentos clave del año como Semana Santa y verano. Los analistas consultados por este periódico adelantan que a partir de ahora será el sector industrial el que más parados arrojará en Cádiz.

El caso de Jerez es uno de los más graves, ya que pese a que el aumento del desempleo experimentado ha sido algo menor que la media provincial (un 1,99% frente al 4,36%) y que en el resto de grandes ciudades de la provincia (un 4,47% en Cádiz, un 5,45% en Algeciras o un 6,83% en Chiclana, por ejemplo), los 565 nuevos demandantes de empleo dejan el número de parados en la nada desdeñable cifra de 28.981 personas. Y es que pese a que ya se esperaba el desplome del sector terciario (286 parados más) y del segmento de los que accedieron a su primer trabajo en verano (188 nuevos demandantes), porque septiembre es un mes malo para el empleo en la ciudad, el dato es más que mareante y hace soltar todas las alarmas.

En la provincia, las centrales sindicales UGT y CC OO han centrado sus críticas contra la reforma laboral y consideran que el incremento del paro en Cádiz demuestra la «ineficacia» de la medida y, además, la ponen en «evidencia». Para UGT, la provincia no ha salido de la recesión y prueba de ello son los más de 10.000 empleos que se han perdido en un año. Por su parte, CC OO califica de «alarmantes» los datos y destaca la temporalidad, la precariedad y la fragilidad del mercado laboral gaditano. Ambas centrales coinciden en sus tesis de que se debe ir hacia otro modelo productivo «ya que la economía provincial no puede pivotar en torno a la estacionalidad del sector servicios».

De la misma manera, CC OO ha querido insistir en su preocupación por los parados que han agotado sus prestaciones por desempleo. Se trata de una situación que está provocando un seria fractura social. El delegado provincial de la Junta, Juan Bouza, señala que el sector de la construcción ha rebajado su aportación de parados con un incremento del 0,7%, lo que supone sólo 261 parados más. En este sentido, el gerente del Colegio de Economistas destaca que el ladrillo ha tocado fondo y se salva en estos momentos sólo por la obra pública.

Bouza también indica que el mayor impacto de la escalada de paro de septiembre ha recaído en las personas con edades comprendidas ente los 25 y los 44 años, que han sumado 3.902 parados.

Por municipios, los costeros de Chipiona, Conil, Tarifa y Rota, entre otros, se llevan la palma de subida porcentual, frente a los pueblos de la Sierra, que han visto bajar el desempleo y han podido salvar los muebles gracias a la temporada agrícola