Tomás Gómez se niega a pasar facturas a la dirección socialista
Afirma que hacen una «lectura incorrecta» los que interpretan que su victoria perjudica al jefe del Ejecutivo
MADRID. Actualizado: GuardarTomás Gómez se mostró generoso en la victoria y se negó a pasar facturas a la dirección federal del PSOE, que, en su mayoría, no solo le negó apoyo en la campaña de las primarias sino que en algún caso arremetió contra su candidatura. Solo tuvo una mención cáustica, y de tono menor, hacia el ministro del Interior, del que echó de menos no haber recibido una llamada. El resto fueron todo parabienes. «Soy cien por cien un hombre de Zapatero» y «el PSOE es una piña», fueron algunas de sus consideraciones del día después.
El líder de los socialistas madrileños y desde el domingo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid afirmó que hacen «una lectura incorrecta» los que interpretan que su victoria sobre Trinidad Jiménez fue un varapalo para José Luis Rodríguez Zapatero. «La democracia -dijo- no puede debilitar a nadie, y menos al presidente del Gobierno porque él es sinónimo de democracia interna en el PSOE».
Gómez negó que las primarias se hayan celebrado por su negativa a dar un paso al costado para que la ministra de Sanidad fuera la candidata autonómica de los socialistas en Madrid, como le planteó Zapatero en agosto. Han sido posibles -según su forma de verlo ayer- porque el presidente del Gobierno llegó a un acuerdo con él para que tuvieran lugar elecciones internas para elegir al contrincante socialista de Esperanza Aguirre.
Insistió en la idea de que el presidente del Gobierno no tiene por qué sentirse afectado por su triunfo, pues «no se ha presentado a las primarias» y sus intervenciones se han limitado a pedir «neutralidad». Gómez quiso olvidar que Zapatero le definió como un «buen» candidato, y a Jiménez, como una «buenísima» aspirante. «Si alguien piensa -abundó el líder del PSM- que unas elecciones primarias pueden debilitar a Zapatero, tiene muy poca idea de su fortaleza».
«Todos nos equivocamos»
El único pero que encontró fue el de no haber recibido una llamada de felicitación de Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque a renglón sentido matizó que igual le había llamado porque «en una hora y media» recibió «cerca de 300 mensajes de móvil» y no pudo revisar todos.
El titular de Interior comentó durante la campaña que el mayor activo político de Gómez era el de haber dicho que 'no' a Zapatero. «Todo el mundo nos equivocamos un día. Probablemente no sea la mejor frase que haya pronunciado Alfredo Pérez Rubalcaba, que es un magnífico ministro del Interior y un baluarte del PSOE», comentó el líder del PSM en tono exculpatorio. El ministro evitó ayer hacer comentarios sobre el resultado de las primarias. «No debo ser el primero» en hablar de ese asunto, apuntó tras inaugurar una casa-cuartel de la Guardia Civil en la localidad asturiana de Navia.
En cambio, sí recibió una llamada de felicitación de otro de los grandes detractores de su candidatura, José Blanco. Gómez no detalló el contenido de la conversación con el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, si bien apuntó que había sido «leal, pero no sumiso» con el número dos del partido.
La candidata derrotada también se sumó al coro para desligar a Zapatero del resultado de las primarias. Trinidad Jiménez sostuvo que el presidente no tiene que pagar ninguna consecuencia porque no se presentó a esas elecciones, pero si lo hubiese hecho, «la militancia le hubiera otorgado su apoyo y respaldo» porque nadie del PSOE «cuestiona» su liderazgo.
La ministra de Sanidad dejó en el aire cuál va a ser su papel a partir de ahora y no desveló si ha recibido alguna invitación para incorporarse a la candidatura de Gómez. Eso sí, ofreció «esfuerzo, trabajo e ilusión» para trabajar por la candidatura de su hasta el domingo contrincante.
Jiménez señaló que después del disgusto del domingo por la noche se sentía «muy bien» de ánimo. «Cuando uno asume un reto y se presenta a unas elecciones, siempre tiene que contemplar dos escenarios, y yo -resumió- estaba preparada tanto para uno como para el otro».