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LITERATURA | FERIA DEL LIBRO

Las voces de los escritores argentinos resuenan en Fráncfort

La presidenta Cristina Fernández inaugura un evento en el que se recordará a autores como Borges o Cortázar

EFE
FRÁNCFORTActualizado:

Las voces de los escritores argentinos desaparecidos durante la última dictadura militar han terminado resonando en la ceremonia de inauguración de la Feria del Libro de Fráncfort, en la que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha dado el martillazo inaugural.

La escenografía que estaba montada para la inauguración -con una antigua presa política como la escritora Griselda Gambaro entre los oradores-, y la importancia que se le ha dado al tema de la recuperación del pasado ya apuntaban a que el tema de los desaparecidos iba a tener cierto peso.

Sin embargo, el asunto ha sido mucho más emotivo de lo previsto gracias a un golpe de efecto al que ha recurrido la presidenta argentina al comienzo de su discurso, aparentemente pronunciado sin atenerse a manuscrito alguno y enlazando sus palabras con lo que habían dicho los oradores anteriores. "Quiero saludar a los más de setenta escritores argentinos que están aquí. Podría hacerles un homenaje a ustedes uno por uno, pero prefiero homenajearlos en la persona de una mujer que no es escritora, pero que está aquí y es viuda de un gran autor desaparecido", ha señalado Fernández de Kirchner.

Luego ha procedido a saludar a Elsa Oesterheld, viuda del guionista de historietas Héctor Oestelheld, autor de El eternauta, asesinado, al igual que sus cuatro hijas, por la dictadura militar, presumiblemente en 1978. Oesterheld, rompiendo el protocolo -por primera vez al menos en los últimos quince años- se ha levantado de su asiento y se ha dirigido al escenario para agradecer, con la voz quebrada y casi en medio del llanto, a la presidenta. "Quiero dar las gracias por todo esto, por todo lo que está ocurriendo aquí. Yo creía que estaba muerta y estoy otra vez viva", ha manifestado, y luego se ha referido con emoción a la política de Derechos Humanos de los últimos dos gobiernos.

El auditorio se ha levantado y ha aplaudido de pie antes de que Fernández de Kirchner continuara con su discurso en el que se ha referido también a otros escritores desaparecidos como Rodolfo Walsch o Haroldo Conti, a quienes su compromiso social y su resistencia contra la dictadura terminó costándoles la vida.

Una literatura comprometida

La presidenta ha subrayado que la literatura argentina había sido siempre una literatura de alguna manera comprometida y que lo seguía siendo en la obra de autores que están ahora en la feria. "La literatura argentina nunca ha sido neutral. Yo tampoco he sido nunca neutral. Para eso están los suizos", ha recalcado Fernández de Kichner cuyas palabras han despertado carcajadas y que se ha sentido obligada a aclarar que había sido una broma y que respetaba mucho a Suiza, que no tenía porqué sentirse ofendida.

Griselda Gambaro, en su discurso, se ha concentrado en las relaciones entre literatura y poder, que ha definido como "conflictivas muchas veces", no sólo en las dictaduras sino también en la democracia. El escritor, según Gambaro, trata de oponer el orden del texto a la locura del mundo y al final siempre fracasa. En eso, ha agregado, se parece también al político que trata de introducir cambios sociales. "Los cambios siempre son lentos pero el sufrimiento es permanente", ha dicho Gambaro. Ante ello, Fernández de Kirchner ha replicado que ella no se resignaba a aceptar de antemano la derrota. "Tal vez por eso vos sos escritora y yo militante política", ha apuntado la presidenta.

Por lo demás, la ceremonia inaugural ha sido muy parecida a la de todos los años. El presidente de la Asociación de Libreros Alemanes, Gottfried Honnefelder, ha aprovechado su discurso para emprender batallas domésticas como la de la reducción de la tasa del IVA para los libros electrónicos. La alcaldesa de Fráncfort, Petra Roth, ha hablado de la importancia de la vida cultural en su ciudad. Ambos han elogiado la presentación argentina y el director de la Feria, Jürgen Boos, ha destacado que nunca se habían traducido tantos títulos del invitado de honor como este año, cuando pasan de los 200.

Tras la ceremonia inaugural, se ha inaugurado también oficialmente el pabellón argentino, una construcción con forma de laberinto, con clara alusión a Jorge Luis Borges y a Julio Cortázar, los escritores mas emblemáticos de ese país.