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Interior de una planta de reciclado como la que ha sufrido el robo continuado. :: ANTONIO VÁZQUEZ
el puerto

Imputados por robarle a su empresa toneladas de cobre para revenderlas

El encargado y siete empleados de una firma de reciclaje de El Puerto sustrajeron durante más de un año materiales por valor de 16.000 euros

SILVIA TUBIO
CÁDIZ.Actualizado:

El robo de materiales que contienen metales de elevado precio como el cobre está en su máximo apogeo. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han desmantelado numerosas bandas, más o menos organizadas, que llegaban a provocar cuantiosos daños en infraestructuras públicas como tendidos de luz, vías ferroviarias o indicativos en carreteras como los pórticos electrónicos. Pero esta vez la Guardia Civil se encontró con una versión diferente: trabajadores de una empresa de reciclado que durante más de un año estuvieron robando materiales para revenderlos por su cuenta y embolsarse el dinero obtenido.

La forma de sustracción no iba acompañada de violencia sino de un método que en apariencia entrañaba menos riesgo para los ahora implicados. Pero dejaba un rastro del que supo tirar el Instituto Armado hasta identificar a los responsables de la desaparición de más de veinte toneladas de materiales muy cotizados en el mercado como el cobre o el aluminio. Según las estimaciones de la Guardia Civil, el montante total de lo que pudieron ganar los empleados con la venta de estos materiales supera los 16.000 euros.

Según ha explicado la Benemérita en un comunicado, la actuación nació a raíz de una denuncia interpuesta por la citada empresa; si bien, fuentes consultadas por este periódico confirmaron que fue el trabajo de más de dos meses de los agentes del Seprona lo que permitió la identificación e imputación de los implicados.

La citada compañía, que tiene un contrato de prestación de servicios con el Ayuntamiento de El Puerto para la recogida y gestión de desechos, detectó un desfase entre el volumen del material que entraban en las instalaciones y los ingresos por facturación obtenidos tras la venta de los mismos. Las cuentas no salían porque había menos dinero del que debía haber obtenido la empresa en función de las cantidades de basura que habían quedado registradas.

Los empleados imputados, entre los que se encuentra el encargado, supuestamente llevaban los materiales a otras empresas del sector para su venta. No lo hacían como particulares sino como trabajadores de su empresa, aunque ésta no tuviera conocimiento de la salida y destino de esos desechos. Para ello, según confirmó ayer la Guardia Civil, utilizaban tanto los vehículos como la indumentaria habitual de trabajo. De esa manera no levantaban las sospechas de las firmas que adquirían los materiales. Los golpes se terminaban ejecutando cuando los implicados solicitaban que les hicieran entrega del dinero a ellos y que las facturas por esas transacciones se emitieran a su nombre.

Esa maniobra les permitía quedarse con el dinero a espaldas de su compañía, pero también fue lo que les ha incriminado. A través de esa documentación, el Seprona supo quién había efectuado las ventas.