REFUGIO
Actualizado:Desde la partida de su hogar, Ulises sólo buscó el ansiado refugio que pudiera suplir las carencias de los seres amados. En la isla de Ogigia fue cautivado por la diosa Calipso. Tuvo que luchar con los lotófagos, y hasta con el cíclope Polifemo. Su encuentro con el dios Eolo no lo dejó indiferente y estuvo a punto de sucumbir en el naufragio. Hasta la batalla con el caníbal Lestrigones pudo saldarse con la muerte de nuestro mítico personaje. Pero él siempre encontró refugio.
Con la nave facilitada por Alcinoo consiguió retornar a Ítaca, donde lo aguardaban su esposa Penélope y su hijo Telémaco. Los avatares de la travesía tanto lo habían transformado que sólo su fuerza a la hora de tensar el arco lo hicieron reconocible. El verdadero refugio lo encontró Ulises en su familia.
En momentos de conflictos, cuando las penas nos ahogan, o cuando incluso las alegrías llaman a nuestra puerta, no hay mejor manera de compartir nuestras vivencias que con nuestros seres queridos. Aquellos que a pesar de la adversidad, de la coyuntura hostil, están siempre agazapados, como ausentes, pero alerta para brindarnos su mano.
Hace unos años, cuando la bonanza económica, proliferaban por doquier las agencias inmobiliarias. Ahora, como setas en otoño, proliferan las tiendas de 'Compro Oro'. El valor refugio no es el petróleo, sometido a los vaivenes especulativos, no son las nuevas tecnologías que no escarmentaron de su particular burbuja, ni siquiera los «bonos» alemanes. El valor refugio sigue siendo el metal más preciado por nuestros antepasados desde la noche de los tiempos: el oro. Es el único valor cuya cotización en bolsa siempre está en alza. Aunque parezca mentira es el patrón de riqueza al uso. Su valor se ha quintuplicado en los últimos diez años, y sigue subiendo.
Muchas familias, sobre todos con personas mayores, mal venden las pocas «prendas» que han conseguido acumular a lo largo de toda una vida para poder ayudar a la maltratada economía de sus hijos.
El verdadero tesoro no es el vil metal, sino las personas que nos rodean y nos quieren como somos.