El mandatario mantiene en secreto su futura ocupación
Actualizado:Ayer fue un día extraño para Lula. Por primera vez en dos décadas, el presidente no se presentaba a unas elecciones en el gigante sudamericano. Pese a la satisfacción por el previsible éxito de su mano derecha, el antiguo líder sindical no pudo evitar admitir cierto pesar en su despedida. «Solo lamento que es la primera vez que voto y mi cara no está en la pantalla de la urna electrónica», constató tras depositar su papeleta en Sao Bernardo do Campo, ciudad del cinturón industrial de Sao Paulo donde comenzó su carrera sindical y política.
Esta tristeza por abandonar la vida pública es uno de los factores que abonan las especulaciones sobre el futuro laboral de Lula. El todavía presidente no ha disipado las dudas sobre su próxima ocupación. Ayer, en una entrevista con una diario mexicano, subrayó que no seguirá en los cuadros de dirección del PT y se centrará en «una o dos prioridades» y cierta actividad internacional.