Gómez: «Ya no somos de una opción, sino del mismo equipo»

Unidad y unidad. Tomás Gómez lanzó este mensaje tras confirmarse su ajustada victoria en las elecciones primarias del Partido Socialista de Madrid. «Ya no somos de un opción o de otra opción, estamos todos juntos, somos de un mismo equipo», proclamó victorioso rodeado de sus colaboradores en la sede del PSM entre un griterío ensordecedor de «presidente, presidente» de sus seguidores.

El líder de los socialistas madrileños, que no hizo ninguna mención a José Luis Rodríguez Zapatero en su breve alocución para tratar de no dar una lectura nacional a su victoria, invitó a su contrincante, Trinidad Jiménez, a sumarse a su equipo de trabajo. «Tiene un hueco en este proyecto político», afirmó un conciliador Gómez, que además definió a la ministra de Sanidad como «una rival formidable», que es «una mujer y una compañera que es una excelente persona, una excelente socialista y una excelente política»».

El secretario general del PSM subrayó que la alta participación, un 80,97% de los 18.000 afiliados, supuso «un gran servicio al socialismo y la democracia». Con esta votación masiva, dijo, «entre todos hemos sembrado la victoria del 22 de mayo» en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid, en las que se medirá con la popular Esperanza Aguirre.

En línea con lo que ha sido la filosofía de su campaña, anunció que si gana esos comicios formarán un gobierno que represente a «la gente común y corriente», y a esa tarea convocó a «toda la izquierda, a todas las personas» que desean un cambio en la Comunidad de Madrid.

Antes de comparecer tras la victoria, Gómez recibió la felicitación telefónica del presidente del Gobierno, del que pese a todo se ha declarado siempre el primer valedor. «Soy zapaterista», suele responder a quienes tratan de buscar una confrontación entre él y el secretario general del PSOE. Lo cierto es que a lo largo de la campaña, el líder de los socialistas madrileños no ha tenido ni una sola crítica hacia Zapatero a pesar de que en agosto el jefe del Ejecutivo intentó en una reunión en el palacio de la Moncloa que renunciara a la candidatura porque Jiménez, según unas encuestas internas del PSOE, tendría más opciones de victoria frente a Esperanza Aguirre.

La conversación entre ambos, según fuentes próximas Gómez, fue «cálida y cordial» y quedaron para mantener más adelante un conversación. En esa charla tendrán que rehacer los puentes demolidos por el notorio apoyo de Zapatero y de algunos de sus principales colaboradores a Trinidad Jiménez.

El líder de los socialistas madrileños también recibió los parabienes de Trinidad Jiménez, quien se ofreció a colaborar con el ganador. Gómez se dirigió a los militantes socialistas que apoyaron a Trinidad Jiménez y les aseguró que «sus ilusiones y esperanzas no van a quedar huérfanas», pues a partir de ahora «daremos lo mejor de nosotros mismos para alcanzar la victoria».