Nadie se suelta el kimono
La 'mangamanía' arrasa en San Felipe en un día en el que los talleres están tan animados como los concursos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarA la guerrera, el samurai, al caballero del zodiaco y a Ami Mizuno, vestida a lo Lolita, al robot, la muñeca programada por un ordenador y al chico de la catana les falta tiempo. Horas para paladear el sinfín de actividades que la asociación AniRaise ha programado en San Felipe Neri para este V Salón Manga de Cádiz. El pokemon, entrañable con un amigurimi de compañero, se resiste a abandonar el videojuego, mientras Rankalee se apresura hacia el escenario para presenciar el concurso de cosplay, uno de los más demandados por los otakus de toda la provincia. De los autobuses salen hordas, pacíficas.
Y cada vez son más. Sin demasiados problemas se alcanzará la cifra de los 30.000, lo que lo sitúa en el tercer salón más importante de España por detrás de los celebrados en Barcelona y Madrid. El acento gaditano se imponía en la tarde de ayer al japonés, no así la vestimenta. El taller de kimonos (también se le llama 'yukata') de tela fue uno de los más demandados. Por la novedad, como el día anterior con el de la ceremonia del té. El país del sol naciente ha invadido definitivamente la ciudad. El flamenco ha sido sustituido por las coreografías de 'Para Para', el balón por el cuatro veces milenario juego del 'Go' y los Carnavales por el 'Cosplay'. Por concursos que no quede, novedosos y clásicos (hasta el que se considere menos otaku ha participado alguna vez en una pachanga del 'Street Fighter'.
Todo es japonés, hasta el idioma -hay cursos de iniciación- y la decoración del cuerpo -tatúan su piel con unos caracteres llamados 'kanji'. Se puede hacer manualidades, hasta muñecas, con un material muy especial, el papel washi (los andaluces lo confundirán con el apellido de un tipo de naranja), cantar, bailar, reflexionar y comprar. Pero en el universo nipón, que esta tarde empieza a apagarse. La 'mangamanía', eso sí, perdurará durante todo el año.