Un hombre corriente
Tomás Gómez Secretario general del Partido Socialista de Madrid
MADRID.Actualizado:«Nosotros somos ciudadanos normales y corrientes, sufrimos las cosas de la gente normal y corriente y representamos a la mayoría». Así definió Tomás Gómez en un acto de campaña en Alcorcón su proyecto político. No le falta razón. Su candidatura no tiene apoyos de relumbrón -nadie del Gobierno ni dirigentes socialistas de primera fila se han mojado por él- y hasta hace cuatro tardes era un desconocido, incluso en Madrid, para la gran mayoría. En este sentido las primarias han sido maná para él; ahora es un tipo que no tiene que presentarse allá por donde va y eso, en política, es un activo que cuesta conseguir.
Se ha hartado de decir «no soy un político profesional» cada vez que ha sido preguntado sobre qué va a hacer en caso de perder, y si cumple esas palabras volverá a su trabajo de economista. Hasta su explosión en estas primarias era un político «sin pasado», como dijo alguien cuando en 2007 fue elegido secretario general de los socialistas madrileños, y eso que acreditaba un título no menor, el de ser dos veces el alcalde más votado de España de una población grande.
Tomás Gómez Franco, no esconde el segundo apellido, fue alcalde de Parla, municipio de más de 120.000 habitantes, desde 1999 a 2008 y no ha perdido una sola elección. Ganó las primarias para ser candidato a la alcaldía, tres comicios municipales consecutivos y el congreso del Partido Socialista de Madrid. Todos por paliza.
No formó ni forma parte de alguna de las incontables familias del PSM, pero pacificó el partido, tarea en la que se estrellaron otros con mucho más nombre. Pero no logró despuntar pese a contar con el aval expreso de Zapatero. Lo de no ser de nadie le granjeó pocas simpatías en la dirección federal y el hecho de ser un jefe de la oposición sin asiento en la Asamblea regional por no ser diputado y, encima, en Madrid, la ciudad con mayor concentración de políticos por metro cuadrado, parecía que iba a sepultar sus pretensiones de medirse con Esperanza Aguirre el 22 de mayo próximo. Hasta que llegaron las para él benditas primarias.