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El Atlético paga su racanería

Los rojiblancos empataron de penalti ante el Leverkusen tras una pésima primera mitad

MADRID Actualizado: Guardar
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El ilusionante inicio de temporada del Atlético empieza a ser historia. Los rojiblancos sólo pudieron empatar ante el Leverkusen y suman un punto tras dos partidos de la Liga Europa. El choque contra los alemanes devolvió los peores fantasmas a las gradas del Calderón. La afición ‘colchonera’ vio durante la primera parte a un equipo sin ideas, plano, incapaz de mantener la pelota en su poder más de tres pases y sin capacidad para contragolpear con peligro. Los de Quique estuvieron a merced del Leverkusen y mostraron una imagen de conjunto menor. Con el marcador en contra, los madrileños reaccionaron y dejaron ver durante algunos instantes al equipo ambicioso y dinámico de las primeras jornadas de Liga. Pero fue demasiado tarde y los rojiblancos pagaron el juego rácano del comienzo.

El ‘Kun’, que se resintió de su lesión y ni si quiera se sentó en el banquillo, fue un espectador de lujo del nefasto arranque de sus compañeros. El Bayer ni siquiera tuvo que realizar un encuentro brillante. Los alemanes salieron dispuestos a dominar el partido y no encontraron resistencia. El Atlético prefirió ceder la pelota confiado en la velocidad de Reyes o Forlán. Sin embargo, tanto el uruguayo como el andaluz pasaron desapercibidos. Al Leverkusen le faltaba fluidez, pero subsanaba su falta de claridad en los últimos metros con lanzamientos lejanos de Sam o Derdiyok que apenas inquietaban a De Gea. El joven guardameta cumplía un año de su debut con el primer equipo. En ese tiempo ha demostrado su calidad y se ha convertido en la nueva estrella de la afición con intervenciones espectaculares. Pero el Leverkusen no exigió demasiado al cancerbero de moda.

Poco a poco, los alemanes encerraron más a los madrileños. El papel ofensivo del Atlético en la primera mitad fue nulo. Forlán, desesperado, se atrevió con algún tiro lejano e inofensivo. Diego Costa, muy impreciso en los controles, no dispuso de ninguna ocasión. Ante la actitud conservadora del Atlético y la inoperancia del Bayer, el partido sólo pudo romperse a balón parado. Hyypia cabeceó un córner que Filipe Luis envió al palo y el rechace favoreció a Derdiyok que marcó sin oposición. El tanto hacía justicia con lo visto sobre el césped y castigaba la pésima actitud rojiblanca.

Cambios sin resultados

Quique reaccionó en la segunda mitad y movió el banquillo. Dejó a un agotado Raúl García, demasiados minutos en las piernas, y al naufrago Forlán. El delantero uruguayo atraviesa una de esas rachas negativas propias de su carrera después de conectar un magnífico Mundial con un buen inicio de temporada. Entraron Fran Mérida, una de las esperanzas de la parroquia ‘colchonera’, y Tiago. Ambos debían dar superioridad en el centro del campo y recuperar la posesión. Los cambios surtieron efecto de inmediato con un Atlético más agresivo y ofensivo. Una internada de Mérida acabó en un absurdo penalti de Hyypia. Simao no perdonó y consiguió el empate.

A partir de ahí llegaron los mejores minutos de los locales, con un soberbio Ujfalusi y Filipe Luis, las bandas del Atlético fueron auténticas autopistas. Una galopada del checo por la derecha acabó con un remate desviado de Reyes cuando tenía toda la portería para él. Del Bayer no había noticia. Los de Jupp Heynckes fueron una caricatura de los de la primera mitad. Los germanos se replegaron y se concentraron en defender el punto. El Atlético ya no puede permitirse más tropiezos si quiere prolongar la defensa del título.