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La Policía escoltó la apertura de las grandes superficies. En la imagen, la acción de los piquetes en El Corte Inglés de la capital. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

La huelga paraliza la industria en la provincia y los piquetes cierran el comercio

Los sindicatos tachan de éxito la jornada con un 85% de apoyo y la patronal rebaja hasta el 20% el seguimiento de la protesta en Cádiz

JAVIER RODRÍGUEZ
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Como un día festivo cualquiera. Poco tráfico en las calles, corrillos en las aceras y muchos vecinos de paseo. El 29-S transcurrió a medio gas en la provincia, donde las playas registraron un lleno a partir de mediodía. La jornada de huelga general que vivió ayer el país contra la reforma laboral y la política económica del Gobierno se tradujo en Cádiz en la paralización total del sector industrial y en el cierre obligado del pequeño comercio ante la férrea presencia de los piquetes en los cascos urbanos. Las centrales sindicales UGT y CC OO calificaron de éxito la protesta con un seguimiento del 85%. Las grandes empresas de metal y la aeronáutica, los astilleros de la Bahía y los polígonos industriales cerraron a cal y canto. Las asambleas previas celebradas en Navantia, Airbus, Acerinox y Dragados Offshore, entre otros centros de producción, presagiaban el apoyo a la protesta.

La otra versión del seguimiento de la huelga la dio ayer tarde la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) a través de su secretario general, Javier Sánchez Rojas. La patronal gaditana cifró en un 20% el apoyo a la protesta en la provincia. Rojas reconoció un importante seguimiento en sectores como el metal y el naval, sin embargo, la participación fue mínima en otros frentes como la distribución de bebidas, la agricultura, la acuicultura o las agencias de viajes. La patronal lamentó el cierre obligado que sufrió el comercio tradicional «por culpa de los piquetes coactivos». No obstante, las tiendas echaron la persiana, pero la actividad continuó en su interior.

Sin actividad en las lonjas

La jornada empezó minutos antes de la medianoche. Un millar de sindicalistas se concentró a medianoche en el edificio de los sindicatos, en la Avenida, en Cádiz. Los piquetes planificaron desde allí la estrategia a seguir durante la madrugada. La primera actuación fue controlar a los servicios de recogida de basura de los municipios, así como la salida del transporte público. Igualmente se actuó en lonjas, puertos, plazas de abastos y flotas pesquera. El resultado fue satisfactorio. Las lonjas de El Puerto, Algeciras, Cádiz, Barbate y Jerez quedaban sin actividad, mientras que los mercados de la Bahía estuvieron cerrados al público. El siguiente paso fue controlar el acceso a los muelles portuarios. Los piquetes cortaron el acceso Sur al puerto de Algeciras y la actividad se resintió también en el de Cádiz.

A primera hora de la mañana, los sindicatos cantaban su primera victoria: el servicio de recogida de basuras no había salido en los municipios de la Bahía y la actividad era nula en los polígonos de Pelagatos (Chiclana), El Trocadero y Cabezuela (Puerto Real), Tres Caminos y Fadricas (San Fernando). El primer turno de entrada en las grandes fábricas de Cádiz y Campo de Gibraltar secundaba la huelga. El objetivo se centraba a las cinco de la mañana en el transporte público. El pacto de los servicios mínimos en este sector alejaba la sombra de posibles incidentes. Los piquetes tomaban las cocheras de Comes en Cádiz, donde sólo salieron nueve autobuses urbanos y tres interurbanos. Los problemas se sucedieron en Jerez. Los autobuses de servicios mínimos de Cojetusa vieron retrasada su salida una hora. En el resto de la provincia, el transporte siguió con normalidad.

Los sindicatos también abordaron a esa hora al sector de la piel de Ubrique y anunciaron el cierre del polígono de Ubrique y El Chaparral de Villamartín.

Llegaba la hora de la entrada a los órganismos públicos. A las ocho de la mañana la delegaciones provinciales de Educación, Justicia y Empleo, además de varias dependencias municipales del Ayuntamiento de Cádiz amanecían con las cerraduras llenas de silicona. Los cerrajeros hicieron el agosto. Minutos antes, un altercado a la entrada de Diputación entre un piquete y un vecino que quería retirar su vehículo ponía el primer incidente de la mañana. Hasta entonces, los bomberos habían realizado quince salidas en la provincia para apagar palés que ardían en polígonos de Jerez y contenedores de basura y neumáticos en San Fernando. La obra del segundo puente se encontraba ya parada.

Más profesores que alumnos

Llega la hora de los colegios. A las nueve de la mañana abrieron si problemas los centros educativos de la provincia. El seguimiento de la huelga entre los docentes, según los datos de la Junta, ha sido del 5,6%, es decir, de 95.594 profesores sólo 15.429 se han sumado a la convocatoria. Hubo más docentes que alumnos. Los estudiantes de Primaria acudieron a las clases, mientras que la presencia fue menor entre los de FP, Secundaria y Bachiller.

Los piquetes abandonaban a las nueve de la mañana los grandes centros de producción para tomar posiciones en los cascos urbanos de los principales municipios de la provincia para presionar al pequeño comercio. Dicho y hecho. Un centenar de delegados sindicales y afiliados recorría las calles más comerciales de Chiclana, San Fernando, Cádiz, Jerez, Puerto Real y Algeciras. Los sindicatos habían optado por la presencia de un piquete masivo en cada municipio antes que diluir fuerzas con pequeños grupos de información. Los incidentes se sucedieron a partir de ese momento. Los altercados con los comerciantes fueron la tónica general.

La propietaria de la pastelería Antonia Butrón, en Chiclana, hizo frente a un piquete que trató de cerrarle el negocio mientras la clientela desayunaba en la terraza. No fue el único. El Corte Inglés abrió la puerta con escolta policial, al tiempo que las tiendas del centro de Cádiz sufrían la presión sindical. La situación estalló a mediodía en San Fernando, cuando los comerciantes de la calle Real no aguantaron más y la emprendieron contra los piquetes a golpe de insultos. Mientras tanto, la crispación subía de tono en el centro de Jerez, donde se registraron forcejeos.

Cortes de tráfico

El pequeño comercio empezó a recobrar la normalidad pasadas las doce y media. Las persianas empezaron a levantarse lentamente. Los piquetes de la provincia unían entonces sus fuerzas en la concentración convocada por los sindicatos en la plaza de España de Cádiz. Unas 2.000 personas, según las centrales sindicales, y 500, según la estimación de la Policía Local, participaron en una manifestación que cortó el tráfico en Canalejas. Horas antes, se había cortado por unos instantes la avenida del Puente Zuazo y la calle Magallanes, en San Fernando.

La manifestación caldeó el ambiente y los concentrados siguieron su marcha en dirección a El Corte Inglés. En Jerez, los petardos tronaban en el edificio de la Junta y los ayuntamientos de Barbate, Medina, Conil, así como la sede de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra confirmaba la paralización de sus funciones. Los trenes cumplieron con los servicios mínimos y la actividad en el aeropuerto de Jerez se redujo a la salida de dos vuelos con Mallorca.

La jornada tocaba a su fin, pero aún quedaba el plato fuerte: el cierre de El Corte Inglés. Antes del almuerzo, la Delegación de Gobierno de la Junta ofreció los datos de seguimiento en las dependencias provinciales de la Administración regional. Así, el apoyo de los funcionarios autonómicos en Cádiz fue del 10,16%. La actividad no se alteró en las dependencias de la Junta en la provincia. El seguimiento en Justicia fue del 16,8%, en Sanidad del 3,4% y entre los administrativos, del 14,3%.

Pasadas las 14.30 horas, más de 200 personas se apostaba ante las puertas de El Corte Inglés con el propósito de su desalojo y cierre. La Policía acordonó los accesos y después de varios enfrentamientos se echó el cierre temporal.

La provincia recobró la normalidad absoluta a partir de las cuatro de la tarde, donde el comercio volvió a abrir sus puertas sin problemas y sus propietarios a hacer balance de las pérdidas.