Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Foto: Emilio Pereda
María Teresa Bru. 68 años. Titulada en educación física y Estudiante de la Universidad para Mayores

«Cuando te haces mayor no te puedes detener. No hay que mirar hacia atrás, sino hacia adelante»

Cualquier persona de mi edad puede lograrlo, solo necesitas una voluntad, un entorno que no te impida hacerlo y esa paz que tienes al saber que afrontas las cosas con más serenidad

REDACCIÓN
MADRIDActualizado:

Era profesora de Educación Física, me saqué el título, pero nunca ejercí porque me casé con veinte años, viví en diferentes sitios y ya no trabajé.

Pero cuando ese ritmo paró, hace ya ocho años, yo tenía otras inquietudes, así que lo primero que hice fue hacerme voluntaria cultural de la Comunidad de Madrid, pero encaminada exclusivamente a estar en un museo. Empecé entonces de guía en el Museo Cerralbo, donde aún sigo, y vi que había una universidad a la que podía ir a ampliar mis conocimientos. Me presenté a la Universidad para Mayores de la Complutense.

Cursé los tres primeros años comunes que hace todo el mundo y luego tenía la oportunidad de pasar a la universidad normal a hacer asignaturas sueltas. Y lo hice, encaminando todo hacia el mundo del arte. Por ejemplo, este año cursé Goya y Velázquez y, de asignatura un poco más obligada, porque es el seminario que escogí, me decanté por música: ‘Los instrumentos desde el Barroco a la actualidad’.

Cuando te haces mayor no te puedes detener: no hay que mirar hacia atrás, sino hacia adelante. Yo me levanto por las mañanas y la única meta que tengo es pensar que es otro día nuevo y ver el máximo partido que le puedo sacar. Planes hago pocos, porque el camino avanza y cada vez más rápido, pero mi meta es intentar estar bien conmigo misma, que la vida no se me tuerza dentro de lo que yo pueda hacer para que eso no suceda y tirar para adelante. Con estos años hay que intentar no deprimirse, porque tenemos una edad en la que vamos siendo menos necesarios, pero hay que procurar exprimir la vida.

Yo ahora pido sosiego, tranquilidad, no estresarme, pero seguir haciendo cosas. La facultad me ha dado todo lo que he sido capaz de tomar y toda la gente que lleva la Universidad para Mayores son personas que se vuelcan con nosotros.

La Universidad no te echa y creo que es de las mejores cosas que hay, porque además ofrece un ambiente muy bueno. De hecho, entre mis compañeros hay gente que estaba sola y se han ido conociendo, se fraguan amistades… En mi caso, además, todo lo que aprendo lo puedo aplicar en el museo en el que hago de guía. Mientras tenga capacidad y memoria, no lo dejaré.

Cualquier persona de mi edad puede lograrlo. Solo necesitas una voluntad, un entorno que no te impida hacerlo y esa paz que tienes al saber que afrontas las cosas con más serenidad y un espíritu nuevo.