Venezuela vota con convicción

Participación elevada desde muy temprano, pese a pequeños problemas por causa de algunos robos de vehículos y retrasos en la apertura de algunos de los 12.463 colegios electorales. La meteorología, sumada a los servicios de transporte público gratuito, ha contribuido a que los 17,5 millones de electores venezolanos pudieran ejercer su derecho en las votaciones legislativas de ayer, una prueba de fuego para el chavismo y la oposición.

El presidente Hugo Chávez confiaba en retener la mayoría absoluta para «radicalizar la revolución socialista». Sus adversarios, en cambio, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), luchaban por ponerle frenos con un regreso con fuerza al hemiciclo. Ambos sectores invitaban ayer mismo al pueblo a elegir, entre 2.719 candidatos, a los 165 diputados de la Asamblea Nacional que tomarán posesión el 5 de enero del 2011 y a los 12 representantes ante el Parlamento Latinoamericano. Los resultados dependerán del 37% de indecisos.

El oficialismo aspira a ganar 110 escaños para obtener así la mayoría absoluta. Con 83 retendría la mayoría simple y con 99 contaría con las tres quintas partes necesarias para aprobar cualquier ley. El reto de la oposición es alcanzar 56 asientos. Pero cualquier resultado es un triunfo tras el error cometido en 2005, cuando se quedaron fuera del Parlamento al retirarse de las elecciones.

«Que siga creciendo la avalancha de votos. A esta hora ya se batió el récord de centros abiertos. Hay bonito día. Vamos que la Patria espera», escribió el ex teniente coronel desde su página de Twitter. Desde esta red social Chávez alertó de que un hacker logró penetrar en su página e incluir tres mensajes malintencionados. «Apenas salga un mensaje que no sea mío, se borrará, y si hace falta un contramensaje, yo mismo lo enviaré. No vamos a permitir que confundan a nuestro pueblo», agregó.

Candidatos madrugadores

Ministros y candidatos fueron muy madrugadores también. Al depositar su voto, el líder bolivariano no quiso responder al caso «hipotético» de que perdiera. Por su parte, Ramón Guillermo Aveledo, secretario del MUD, instó a «todos a aprovechar la bella mañana, a votar temprano, a ganarle a la lluvia». Es temporada de precipitaciones y aparecen casi a diario por la tarde.

Aveledo incidió en que cada elector tiene «posibilidad de influir en el destino del país» y reiteró que respetarán los resultados. «Lo importante es que la Constitución tenga plena vigencia (...) No hay nadie por encima de la Constitución». También el cardenal Jorge Urosa Savino pidió votar con «conciencia y libertad, no atendiendo a los requerimientos indebidos, a presiones que no son democráticas».

Hasta Fidel Castro, padre ideológico del mandatario venezolano, difundió la reflexión: «Si yo fuera venezolano», en la que incitaba a votar «aún bajo rayos y centellas». Temía que se repitieran las tormentas de días pasados y que el sábado causaron derrumbes e inundaciones que dejaron una decena de muertos en Caracas.

Para garantizar la seguridad y la transparencia fueron movilizados 250.000 militares y otros tantos funcionarios y observadores. Para evitar que un posible fallo energética afecte el proceso y el recuento electrónico -que usa máquinas «captahuellas»- el Consejo Nacional Electoral (CNE) dispuso que cada equipo esté respaldado por baterías alternativas.