Netanyahu se rinde a los colonos
La medida, que golpea de lleno la negociación con los palestinos, fue recibida en Cisjordania con el inicio de nuevas obras tras «el fin de diez meses de injusticia»
Actualizado:Por lo que a los colonos judíos respecta, la congelación parcial y limitada impuesta en 2009 a la expansión de sus asentamientos en Cisjordania ha terminado. La tierra recién removida bajo la pala de una excavadora recibía ayer como un desafío y como símbolo de fuerza al millar y medio de hebreos que se concentró en Revava -en el corazón de la Samaria, que creen su hogar legado por Dios- para celebrar entre centenares de banderas de Israel «el fin de diez meses de injusticia». Ésas eran las palabras del diputado del gobernante Likud Danny Dannon, una de las voces que más se han opuesto a una extensión de la moratoria, y que ayer se unía a la fiesta, a pesar del llamamiento a la «moderación y la responsabilidad» que Benjamín Netanyahu le hizo personalmente y también a todos sus ministros, a los colonos y a las organizaciones de derechas. No hay más congelación de momento -la moratoria expiró a medianoche sin anuncio de prórroga- y el mensaje oficial es que no merecen la pena provocaciones que inflamen la fricción, que al fin y al cabo solo incrementarían la presión estadounidense.
En Revava no hicieron demasiado caso. Tampoco en otro asentamiento situado pocos kilómetros al oeste, Kyriat Netafim, donde la alegría de los colonos estalló en aplausos cuando se puso la primera piedra de una nueva guardería. «La congelación nació en pecado -declaraba el jefe del Consejo de los colonos de Shomrom, que reúne 34 asentamientos-, porque se trata de una decisión racista que solo prohíbe a los judíos construir sus casas en su país». Y, según la organización Peace Now, 2.066 de esas viviendas tienen todos los permisos en regla para empezar a ser erigidas de inmediato. La realidad de los hechos consumados tomaba la delantera una vez más a las palabras y los acuerdos que no llegan. La mediación norteamericana continuaba anoche contrarreloj sus esfuerzos por intentar arrancar a Netanyahu un compromiso digerible para los palestinos, aunque ya parece desterrada la posibilidad de que el presidente Mahmud Abas, cumpla su amenaza de abandonar la negociación vista la reanudación de las obras judías en Cisjordania.
Mensaje claro
Barack Obama se lo dejó muy claro a ambos en privado antes de iniciar el proceso: «Os lo pido: no os metáis conmigo hasta noviembre», es una de las frases más citadas estos días en la prensa israelí para recordar que las partes no tienen margen de maniobra, al menos hasta que el presidente de Estados Unidos atraviese las cruciales elecciones legislativas que le esperan.
Para Netanyahu, ampliar la congelación supondría faltar a su palabra de que solo fue una medida «puntual» sin segundas partes, lo que acarrearía la consiguiente pérdida de liderazgo, el tambaleo de su coalición y las seguras acusaciones de capitulación ante Estados Unidos.
Para Abas, que hoy se entrevistará en París con Nicolas Sarkozy, el avance otra vez de las colonias, que ya es un hecho, constituye una humillación de consecuencias difíciles de prever. Sin ir más lejos, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) anunciaba ayer su abandono por ahora de la OLP en protesta por la «falta de claridad» de la institución negociadora palestina en el proceso.