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Isidoro B. T. sale de la vivienda escoltado por dos agentes que lo llevan a Conil. / ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

El detenido por causar el incendio de una casa en Medina pasa mañana a disposición judicial

El incendio acabó con la vida del padre y la hermana del detenido

S. TUBIO / C. CHERBUY
CÁDIZ / MEDINA SIDONIA.Actualizado:

La llaman la casa de los fantasmas por los trágicos sucesos que han ocurrido en su interior. Adosada al muro que cierra el cerro del Castillo asidonense, desde ayer su fama ha ganado enteros. Un incendio acabó con la vida de un padre y una hija, pero desde que fueron encontrados los cadáveres, la Guardia Civil sospechó que el fuego pudo ser provocado. Un hijo y hermano de las víctimas fue detenido al caer la tarde, cinco horas después de conocerse la doble muerte. Fue la voz que dio el aviso, pero al poco de ser hallados los cuerpos, se convirtió en el principal sospechoso. Sus antecedentes y la difícil historia de una familia que ya ha vivido más de una muerte trágica son algunos de los ingredientes de la investigación que acaba de abrirse.

A las 15.51 horas salían los efectivos del parque de bomberos de Medina. La Policía Local les pedía ayuda para acceder a una vivienda incendiada donde podría haber personas atrapadas. Los agentes municipales habían logrado abrir la puerta de la casa pero estaba completamente inundada por el humo. Los bomberos fueron los que al entrar encontraron los cuerpos de J. B. C., de 75 años, y de su hija, M. J. B. T., de 49. Cada uno estaba en una habitación y no presentaban signos de violencia externos. Todo apunta a que murieron asfixiados por la inhalación de humo.

La vivienda no había resultado, en cambio, muy dañada. Según confirmaron fuentes del Consorcio Provincial, el fuego estaba localizado en un rincón del salón principal. Apenas había llamas. Tan sólo unos rescoldos que habían quemado unos enseres y parte de un sofá. Sin embargo, el humo -causa principal de muerte en un incendio- llenó por completo la casa porque estaba cerrada a cal y canto. La falta de oxígeno también impidió que se avivara el fuego y que prendiera al resto de habitaciones.

De unos 45 metros cuadrados y modesta en su estructura y enseres, las estancias de la vivienda están distribuidas en torno a un salón central. A la izquierda hay una cocina y un dormitorio, donde apareció el hombre; y a la derecha, hay una salita y otro dormitorio, donde fue hallada sin vida su hija.

Culpó a la mujer

El primer aviso de la tragedia lo dio Juan B. T., hijo y hermano de las víctimas. Este hombre, de mala reputación por sus problemas con la justicia y que podría sufrir algún tipo de trastorno, llamó a las puertas de varios vecinos solicitando ayuda. Muy nervioso pedía que avisaran a la Policía y no a los bomberos, porque su hermana, según le dijo a varios testigos, había prendido fuego a la casa y su padre estaba dentro. Aquellos que viven más cerca se extrañaron porque no veían humo.

Fuentes consultadas por este periódico confirmaron que la mujer fallecida ya fue acusada por su hermano de causar otro incendio en los alrededores de la vivienda, en un descampado entre el sendero de entrada y el castillo.

Las mismas fuentes señalaron que Juan B. T. fue interrogado por la Guardia Civil y que se mostró muy dubitativo en sus respuestas. Sobre las ocho de la tarde abandonaba la vivienda de su padre en compañía de dos agentes que lo trasladaron al cuartel de Conil, en calidad de detenido como presunto autor del fuego. Juan B. T. pasará mañana a disposición judicial.

Las víctimas vivían en Medina desde agosto. Por esas fechas decidieron trasladarse desde Granada porque había muerto un hijo y la primera esposa del ahora fallecido, en la misma casa que ahora se ha vuelto a convertir en escenario de otra tragedia.