Los laicos del Arzobispado de Madrid llaman a la huelga

El Consejo de Laicos de la Archidiócesis de Madrid ha invitado a los católicos a secundar la huelga general del próximo miércoles y a lucir un «distintivo blanco» para hacerse visibles en la movilización. La organización católica hace un llamamiento para intervenir en una «protesta inteligente, participativa e imaginativa».

«Convocamos a todos, trabajadores o no, a la acción, a la justa protesta ante la crisis por parte de las personas de buena voluntad que no se sienten representadas ni por unos ni por otros», alega el Consejo, dependiente del cardenal Anotio María Rouco Varela. La organización aduce que el compromiso asociativo, sindical y político «es más urgente que nunca» para los católicos, que no pueden quedarse impasibles ante lo que ocurre.

El Consejo de Laicos del Arzobispado de Madrid da un paso más y pone en duda la representativad de los representantes políticos elegidos de forma democrática. La organización religiosa no hace distinticiones de color político de ningún tipo y apela a la «regeneración democrática para que la exigencia (a los políticos) de rendir cuentas al pueblo por una representatividad que hemos dados y han perdido sea permanente y no cada cuatro años, sin compromiso ninguno».

El grupo de laicos considera que los gobernantes han de poner en el centro de sus prioridades a las personas, «especialmente a las más empobrecidas», con el fin de que «rompan el pragmatismo imperante».

Según la entidad católica, no es hora de lamentarse sino de participar en la vertebración de la sociedad. «Es momento de implicarnos todos en política: momento de la preocupación y responsabilidad por los demás», arguye el Consejo, que sugiere que en las manifestaciones del 29 de septiembre los católicos lleven una «prenda, un pañuelo, una cinta, para que, libres de presiones externas», hagan visible su presencia.

«No saldremos de la crisis con justicia y humanidad si no rectificamos el rumbo y nos empeñamos en volver al mismo camino que seguíamos antes de la crisis», argumentan los laicos del Arzobispado madrileño.