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El presidente del Congreso, durante su intervención. :: FRANCIS JIMÉNEZ
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«Habéis hecho por España más que vuestros antepasados juntos»

Su discurso fue el más aplaudido por el homenaje que le dedicó a Su Majestad al «haber apostado por su pueblo en vez de la dictadura» José Bono Presidente del Congreso de los Diputados

C. CHERBUY
SAN FERNANDO.Actualizado:

Sus palabras consiguieron levantar a todo el auditorio del Real Teatro de Las Cortes. Un sencillo homenaje, un caluroso recuerdo dedicado a la democracia y centrado en una persona sin la que el presidente del Congreso, José Bono, no entiende el desarrollo de las libertades y derechos que tienen hoy en día España. «Homenaje merece también nuestro Rey. Desde 1978 España disfruta del periodo de libertad continuada más largo de su historia. Vuestra prudencia, vuestra capacidad y vuestra decisión a la hora de cortar con la herencia de la dictadura y ponerse al lado de su pueblo han sido decisivas. Los resultados de vuestra obra, al margen del trato que la historia os conceda, os debe proporcionar honda y grande satisfacción personal. Por eso no es exagerado afirmar que habéis hecho por España y por la Monarquía más que todos vuestros antepasados juntos».

Un grito se alzó entonces del fondo de las gradas «¡Viva el Rey!» y la respuesta fue sonora: «¡Viva!». Las manos rompieron a aplaudir y, durante un minuto, no cesaron. En su discurso, Bono no quiso olvidarse del papel que Don Juan Carlos ha jugado en la historia de España y, sobre todo, en que la democracia siga siendo seña de la nación. Porque Bono considera que todo lo ocurrido, desde hace dos siglos, no son más que unas páginas del libro que representa al país. «En San Fernando y en Cádiz se escribió un prólogo luminoso de un libro inacabado cuyo capítulo más reciente nos ha tocado escribir», aseguró.

Claro que la figura del Rey no fue la única que quiso ensalzar en un día tan trascendental. «Debemos rendir homenaje al pueblo español. Un pueblo que aquí comenzó una andadura constitucional en la que para su desdicha la libertad iba a ser excepcional. En los 166 años que van desde la Constitución de Cádiz a la proclamación de la vigente en 1978, el pueblo español sólo ha disfrutado de 16 años de un régimen verdaderamente democrático». Porque tras la Constitución de 1812 vinieron otras, y «demasiado pronto los textos se hicieron pretextos para falsear la proclama nacida en este Real Teatro. Todas las constituciones posteriores, a excepción de la de 1869 y la de 1931, fueron un intento de las minorías gobernantes para desnaturalizar la soberanía popular».

El futuro de la nación

El Bicentenario se ha visto como una oportunidad, en un momento complicado. Hace 200 años y a pesar de las dificultades por el asedio de los franceses se consiguieron grandes avances para la nación. «Siempre hemos de mirar al futuro, pero no está mal que cada dos siglos podamos decirnos que pertenecemos a uno de los países más importantes del planeta. Mestiza y rica en identidades pero que ha sabido conjugar, desde 1978, la diversidad y la unión con el único ingrediente que fragua y fortalece: el respeto».

No quiso dejar escapar la oportunidad de mandar un mensaje de optimismo, para hacer que España sigue avanzando. «Por más que se empeñen los derrotistas, España no es un edificio en ruinas ni un mero conjunto de normas jurídicas. España es más que un Estado. España es madre de muchos pueblos y garantía de libertad y de igualdad para todos los españoles. No es por ello extraño que los enemigos de la igualdad también lo sean de España que garantiza la igualdad».

Con ello quiso dejar claro que hace 200 años ya se superaron las dificultades expuestas por el ejército francés y se hizo a través del entusiasmo de los ciudadanos. «La España de aquellos días no era un lugar sosegado y pacífico. Dos años de guerra frente a un ejército invasor habían reducido el territorio nacional libre a escasas dimensiones. La nación era una isla y en un ambiente de júbilo popular los vecinos gritaban aquella mañana: ¡A las Cortes, a las Cortes!».