Visto para sentencia el juicio por la muerte de una niña tras una operación bucal

El abogado del padre de la niña de cinco años que falleció a consecuencia de una operación en la boca pide cuatro años de cárcel tanto para el odontólogo como para la anestesista que atendieron la operación, al concluir que existió «mala praxis médica».

Esta conclusión de que hubo imprudencia grave con resultado de muerte es la versión de la acusación particular después de que el juicio por este caso quedaara ayer visto para sentencia en el juzgado de lo penal número 3 de Alicante, donde la defensa ha pedido la libre absolución y el fiscal dos años y medio para cada uno de los facultativos.

El abogado del padre, José Alejandro López Herrera, ha explicado que la «mala praxis médica» se produjo por varios motivos, empezando por la falta de consentimiento informado por parte del progenitor para realizar la operación.

También porque la anestesista, que carecía de seguro de responsabilidad civil para esa intervención en una clínica privada, decidió no interrumpir la intervención cuando la niña presentó un episodio de braquicardia (bajada del ritmo cardiaco hasta entre 30 y 35 pulsaciones).

La niña, de nacionalidad boliviana, llevaba nueve meses en España con la autorización del padre para que conviviera en casa de un matrimonio de Petrer (Alicante) hasta ser sometida a un tratamiento bucal, aunque según el abogado no había en trámite proceso de adopción o acogimiento alguno. La menor sufría gingivitis y tenía pendientes una decena de extracciones de dientes y raíces y cinco empastes. Según el letrado, lejos de detener la operación cuando se produjo la braquicardia con la niña sedada, los médicos optaron por suministrar un estimulante y efectuar tres empastes más.