CUESTIÓN DE PACIENCIA

En mi vertiente optimista señalaba en mi columna de la semana pasada que, simplemente por la Ley de Probabilidades, las cosas debían mejorar en el Cádiz. Así ha sido. Ya tenemos como presidente a don Enrique Huguet. No le he tratado personalmente, pero mi padre me ha dicho que es una bellísima persona, y con eso me basta. Sólo desearle mucha suerte, ya que su suerte es la de todos los cadistas. Y mucha, mucha, muchísima paciencia, que la temporada es muy larga, y si llegan los malos resultados, él será la cabeza visible del la entidad, con lo que eso conlleva frente a los aficionados. En el ámbito deportivo, nueva victoria contra el Almería B. El equipo se muestra fuerte fuera de casa. Algunos pensarán que a los equipos a los que ha ganado no son nadie y que están en el fondo de la clasificación. Pero como siempre se ha dicho, en esos campos se ganan o se pierden las Ligas. Esperemos que esta misma fortaleza se muestre en nuestro campo y nos hagamos un equipo imbatible en Carranza. El miércoles llega el Yeclano, y esos tres puntos se antojan como imprescindibles. Para el tipo de futbol que quiere imponer nuestro entrenador, es necesario que se mejore el lamentable estado que presenta el césped de nuestro campo. Esperemos que se hayan tomado medidas desde el club para su arreglo. Y por último quiero romper una lanza a favor de Enrique, nuestro extremo, interior, delantero centro o vaya usted a saber en que posición juega. No recuerdo un jugador que haya despertado tantas opiniones contradictorias sobre su juego. Unos dicen que es un paquete, otros que un crack. Lo que es innegable es que, temporada tras temporada, sus cifras de goles y asistencias demuestran que es el jugador más desequilibrante de la plantilla. Es verdad que algunas veces nos desespera, pero es el referente de esta plantilla. No le pitemos, así no se hace un favor al equipo.