Las cajas tachan de «imbecilidad» la tasa financiera que defiende el Gobierno para combatir la pobreza en el mundo

El Ejecutivo ha descartado una subida de impuestos generalizada y también ha aparcado la subida a las rentas más altas que había puesto sobre la mesa el presidente Zapatero. Ahora apuesta, como hizo ayer en Naciones Unidas, por una tasa que grave las transacciones financieras para destinarla a paliar la pobreza en el mundo. Las cajas de ahorro le han hecho saber ya que esta última propuesta no es bien recibida. El director general de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), Victorio Valle, ha tachado de "imbecilidad" ese planteamiento. También se ha mostrado seguro de que "en algún momento" el Gobierno anunciará un incremento del IRPF porque la reducción del gasto público prevista "ni de lejos" conseguirá reducir el déficit público al 3% en 2013.

Durante su intervención en la jornada 'Modificaciones en la fiscalidad y eficacia recaudatoria' organizada por el Consejo General de Colegios de Economistas, el representante de la cajas ha advertido a los presentes que "vayan preparando el bolsillo" porque Funcas "espera una subida impositiva" e incluso recomendó que fuera "paliativa" y no "permanente". Valle ha explicado que pese al esfuerzo "batallador" y "caballuno" del Gobierno por reducir el gasto público "nunca en España se redujo una media de un punto al año", por lo que estima que para alcanzar el objetivo del déficit marcado por Bruselas para 2013 todavía habría "seguir aumentando los impuestos".

Un aumento generalizado

Para que esta subida tuviera un efecto recaudatorio se deberían gravar todos los tramos del IPRF. Lo que ha descartado es un incremento a las rentas más alta porque "prácticamente sería nula" su efectividad. Según el cálculo realizado por FUNCAS, el aumento de un punto el IRPF supondría un incremento de ingresos de 2.192 millones de euros, una aportación del 0,2% al PIB.

"Los factores de estabilización seguirán siendo negativos en 2011 y 2012", ha apuntado, tras añadir que la reducción del gasto público tampoco puede venir con una bajada del sueldo de los funcionarios. "Esto es una tropelía", indicaba, al tiempo que ha apuntado que "estaría más de acuerdo en despedir a los funcionarios que sobran o frenar su entrada durante unos años".

Para Valle la economía ha entrado en una segunda etapa donde mejora lentamente y son necesarias las reformas de fondo, puesto que la laboral y la financiera "no han hecho más que empezar". "Hasta 2013 esto no variará para nada", puntualizaba tajante en referencia a la evolución económica. El dirigente de FUNCAS también ha recomendado "urgentemente" la reforma del impuesto de sociedades.

"Ocurrencias peligrosas"

Las críticas al Gobierno también ha llegado desde el Consejo General de Colegios de Economistas. Su presidente, Valentín Pich, ha urgido al Gobierno a "dedicar tiempo" a una reforma fiscal y ha criticado el "nivel de frivolidad y ocurrencia" que puede resultar "peligroso". También ha mostrado su preocupación por las subidas de impuestos de "tapadillo" en algunas administraciones locales o autonómicas y ha recordado que los asuntos fiscales son "serios" porque también tienen un componente moral y ético.

En el mismo foro, el catedrático de Hacienda Pública Manuel Lagares ha señalado que para mantener el equilibrio presupuestario es "prioritario" contener "los despilfarros y las redundancias, que están a la orden del día en la Administración Pública". A su juicio, subir los impuestos en la actual coyuntura económica es "pan para hoy y hambre para mañana" y ha explicado que la renta disponible es el factor "fundamental" para aumentar la recaudación. Aboga por limitar el sector público a actividades básicas y conceder más protagonismo a la iniciativa privada, para que tenga más peso en el PIB. El director general del Instituto de Estudios Fiscales, José María Labeaga, ha indicado desde un punto de vista más técnico que es "complicado" cuantificar el efecto recaudatorio que tendría una subida impositiva, aunque ha adelantado que una modificación del IRPF "dependerá del ajuste que hagan los ciudadanos" en su consumo.