Rajoy califica de «chapucero» el pacto presupuestario con el PNV
El líder del PP irrumpe en la campaña catalana con una crítica a los debates identitarios, pero evita hablar de la sentencia del 'Estatut'
BARCELONA. Actualizado: GuardarNi inmigración ni sentencia del 'Estatut'. Mariano Rajoy irrumpió ayer en la precampaña catalana -hoy lo hará José Luis Rodríguez Zapatero- para hablar de economía y de lo mal que lo está haciendo en este campo el Gobierno socialista. En un encuentro con presidentes de casas regionales en el Palau de la Música de Barcelona, epicentro de los casos de corrupción que asolan por igual al PSC ('caso del hotel') y a CiU (presunta financiación irregular en el 'caso Millet'), el líder del PP cargó con dureza contra el acuerdo al que están cerca de llegar el Ejecutivo central y el PNV para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.
Estas cuentas públicas de 2011 -dijo el líder de la oposición- deberían ayudar para luchar contra el paro, atajar la crisis, crear empleo y generar crecimiento económico, pero para lo que «no pueden servir es para que el Gobierno haga chapuzas cambiando el voto en un presupuesto por unas transferencias a una u otra comunidad autónoma». «Porque si le dan las transferencias a uno a cambio de los votos, los diputados de otro lugar podrían pedir esa misma transferencia con el argumento de que a unos se les da y a los otros no», explicó.
Por ello, el presidente del PP defendió la necesidad de actuar con sensatez, rigor y sentido común. Igual que en materia económica. «Lo primero es controlar el gasto público porque no somos ricos y no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades», dijo.
Aunque no dio pistas sobre cómo piensa crear cinco millones de puestos de trabajo si llega al poder en 2012, Rajoy sí precisó que es posible otra política económica diferente a la que ejecuta el Gobierno socialista. Y además, aseguró, es «absolutamente imprescindible si no queremos que nos estanquemos durante años con cifras negativas de creación de empleo y crecimiento económico».
Inmigración
A pesar de que un día antes la presidenta del PP catalán Alicia Sánchez-Camacho anunció que su partido hará de la inmigración uno de los ejes de su campaña, Rajoy eludió referirse al asunto. Era, sin duda, un tema espinoso 24 horas después de que Sánchez-Camacho acompañara a una eurodiputada francesa del partido de Nicolas Sarkozy en un controvertido paseo por barrios de la localidad barcelonesa de Badalona con problemas de inseguridad atribuida a los asentamientos irregulares de gitanos rumanos.
El presidente del PP tampoco hizo mención a la sentencia del Constitucional sobre el 'Estatut' que dejó sin efecto 14 artículos, una decisión motivada por el recurso presentado por su partido. «Creemos en la España de la Constitución de 1978, que reconoce la singularidad de los distintos territorios que conforman España y la pluralidad de nuestra nación. Cataluña tiene su identidad, pero dentro de España, quien no siga este camino está equivocado», advirtió en referencia velada a CiU, posible socio del PP en un hipotético gobierno catalán tras las elecciones del 28 de noviembre.