Triunfo de César Jiménez y El Fandi en la plaza de toros de Albacete

El Fandi llevó a cabo una primera labor muy en su corte de torero. Bien en los dos primeros tercios, sobre todo con las banderillas, y aseado sin más en la muleta, en una faena de más forma que fondo, jaleada por los tendidos. Paseó un apéndice. Al cuarto le cortó una cariñosa oreja por una faena bullanguera y plena de «efectos especiales» de cara a la galería. De nuevo estuvo entonado con el capote y vibrante en banderillas, y en la muleta conectó rápido y mucho con los tendidos, y ese fue el secreto para que después de tres descabellos la gente le pidiera con fuerza el trofeo.

César Jiménez estuvo pletórico en su primera faena, frente a un toro que tuvo clase en la embestida y mucha movilidad. Bien con el capote, y después de empezar la labor de rodillas, toreando con suma limpieza y ligazón, muy sincero, ya de pie, la intensidad fue «in crescendo» a medida que se sucedían las series sobre ambas manos, a más en número de muletazos.

Hondura, temple, sentimiento y mano baja fueron las bases de la faena. Jiménez toreó a placer de principio a fin. Remató la labor de una gran estocada, que dieron paso a las dos orejas.

Con el quinto ya no fue lo mismo. El toro no tuvo mal aire pero adoleció de falta de fuerzas, por lo que Jiménez sólo pudo llevarlo a media altura en una faena voluntariosa sin más.