La uva ha presentado muy buena calidad y graduación aunque en ciertas zonas, como Trebujena, se detectó mildiu. :: JAVIER FERNÁNDEZ
Jerez

Finaliza una mala vendimia

A falta de los últimos pagos de Chiclana y Chipiona, la recogida de la uva está casi acabada en el Marco de Jerez Los viticultores creen que la campaña empujará a los propietarios a arrancar

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las bodegas González-Byass y Barbadillo fueron los primeros el pasado 18 de agosto en iniciar la corta de uva. Tras un comienzo escalonado por las diferentes condiciones de cada viñedo y por el clima, los últimos racimos se están recogiendo estos días. Prácticamente la campaña está acabada en la zona de Jerez mientras que este fin de semana dará los últimos coletazos con el moscatel de Chipiona y Chiclana, que tardan más en incorporarse debido a su situación costera.

«Nosotros preveíamos que la producción bajaría un 10% y así ha sido», aseguró ayer el secretario provincial de COAG, Miguel Pérez. Los motivos, como ya advirtieron al inicio de la campaña, son varios: «Ya no se cuida la viña como antes y hay menos hectáreas por el arranque, el abandono de fincas y el plan de viabilidad».

Pérez aseguró que «se ha dejado uva en el campo», sobre todo, la gestionada por viticultores independientes a los que «les cuesta más firmar contratos de venta» al inicio de cada campaña. Este año se está hablando de un precio que ronda entre las 25 y las 30 pesetas por kilo de uva: «Solamente el corte y el traslado al lagar ya suponen 12 pesetas», dijo Pérez.

A falta de las cifras oficiales de término de vendimia que suele ofrecer el Consejo Regulador, la cosecha podría rondar finalmente los 70 millones de kilos de uva (el año pasado se alcanzaron 73). «La campaña ha ido regular, como habíamos dicho los viticultores», explicó, por su parte, Francisco Guerrero, de Asevi.

Más arranques

«Resultados como los de este año terminan de decidir a los propietarios a arrancar. Hay mucha gente que está agobiada porque no le ven futuro», presagió Guerrero, que coincidió con la organización COAG en que «se va a quedar uva en el campo».

Desde la cooperativa Aecovi, Carmen Romero certificaba que se ha alcanzado «una cosecha media, similar a la del año pasado». Sin tener los datos cerrados aún, la gerente añadió que «en general la campaña ha ido bien y la uva es de buena calidad».

Curiosamente, tanto los primeros vendimiadores de este año como los últimos se han encontrado la probabilidad de precipitaciones en la zona aunque finalmente el agua no llegara a perjudicar la cosecha. El resto de los días ha reinado el calor y el viento de levante, otros motivos por los que el fruto ha podido quedar algo mermado y, por tanto, descender la producción.