Zapatero persigue un encuentro con Mohamed VI para superar polémicas
El Gobierno trabaja «desde hace días» en una entrevista en la Cumbre del Milenio de la ONU este lunes en Nueva York
MADRID. Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero tiene la intención de mantener una reunión con el rey de Marruecos, Mohamed VI este lunes en Nueva York. Ambos coincidirán en la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas. Según fuentes de la Moncloa, el equipo del presidente del Gobierno llevaba trabajando «desde hace días» para concertar una cita con el monarca del país vecino, con el que este agosto volvieron a producirse fricciones a cuenta de Melilla.
La última vez que uno y otro se vieron las caras fue en julio de 2008. Entonces Zapatero fue recibido en la ciudad de Oujda, a 60 kilómetros de la frontera con Argelia. Y aquel encuentro también buscaba, entre otras cosas, zanjar la enésima crisis que había surgido en torno al asunto de Ceuta y Melilla; en esa ocasión, a raíz de la histórica visita que, unos meses antes, habían realizado los Reyes a las dos ciudades autónomas españolas y a consecuencia de la cual Marruecos llegó a llamar a consultas a su embajador en España.
A pesar de que la reunión sirvió efectivamente para echar tierra sobre el asunto y aunque el primer ministro marroquí, Abás El Fassi, lo eludió por completo en la rueda de prensa conjunta que se celebró tras un almuerzo, ante los medios de comunicación marroquíes la historia se contó de manera diferente. De hecho, El Fassi, secretario general del partido nacionalista Istiqlal -y el mismo que el miércoles remitió una carta a Mariano Rajoy en la que tachaba de «provocación» su visita a Melilla- aseguró frente a las cámaras que había trasladado al jefe del Ejecutivo español «la verdad de lo que sienten cada marroquí y su majestad el rey».
En el Gobierno saben bien que El Fassi tiende a hacer de las reivindiaciones territoriales una causa política de primera magnitud. Por eso existía ahora cierta preocupación ante la posibilidad de que el viaje de Rajoy avivara los rescoldos del último rifirrafe. Pero ayer ya respiraba tranquilo.
«En la buena dirección»
El propio Zapatero aseguró en Bruselas que las declaraciones del líder de la oposición fueron «correctas» y que apuntaron «en la buena dirección» para contribuir al mantenimiento de una relación de buena vecindad con Marruecos.
«Espero que todos contribuyamos a algo que tiene un interés importante para España -dijo el presidente del Gobierno- y que todos los puntos que habitualmente se suelen utilizar para la fricción entre España y Marruecos, los tratemos con responsabilidad», informa la agencia Efe.
Aunque en todo momento se dijo desde el Ejecutivo y el PSOE que el líder del PP estaba en su perfecto derecho de viajar a donde considerara oportuno, y con más razón, a moverse dentro del territorio español, tampoco faltaron en los momentos previos a su visita quienes pusieron en duda la conveniencia del viaje.
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, resaltó que tal vez el momento escogido por el líder de la oposición no fuera «adecuado o pertinente», aunque también dejó claro, en los desayunos informativos de Europa Press, que en ningún caso podía tacharse la iniciativa de «provocación» .
Quizá el más virulento fue, sin embargo, el presidente de la Generalitat, José Montilla. En TVE, acusó a Rajoy de haber organizado este viaje, con el que pretendía contribuir a la conmemoración del 513º aniversario de la españolidad de la ciudad autónoma, con ánimo de «crear problemas y no de solucionarlos».
El temor tenía como base el hecho cierto de que los problemas con el país vecino suelen ser cíclicos y saltan cuando uno menos se lo espera. «Las relaciones con Marruecos nunca son monocordes, hay que favorecerlas y engrasarlas, es una relación estratégica que tiene sus dificultades y hay que ayudar», remarcó la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, a Europa Press.