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Vista aérea de la zona del Novo de Sancti Petri, donde presuntamente llevó a cabo las estafas . :: LA VOZ
Ciudadanos

¿Quién se aloja en los calabozos de Chiclana?

La Policía intenta identificar a un hombre que utilizó varios nombres para irse de los hoteles de la Bahía sin pagar Detienen a un presunto estafador que se niega a revelar su identidad

C. CHERBUY
CHICLANA.Actualizado:

Se mira en el espejo e incluso a veces él mismo duda de su verdadero nombre. De ciudad en ciudad con diferentes identidades y pasando de una habitación de hotel a otra. Poco equipaje en su maleta pero por el contrario muchos momentos y experiencias. El último habitáculo que ocupa está muy alejado de los lujos que ha conseguido sin gasto alguno. En el calabozo de Chiclana los agentes también tienen dudas. La cantidad de nombres y apellidos que han utilizado hace que sea casi imposible certificar su identidad, ya que tiene varias documentaciones, una para cada ocasión.

Aunque esperan resolver este misterio lo más pronto posible no deja de ser algo desconcertante la situación que viven los agentes que tienen que lidiar con este individuo sin saber muy bien cómo llamarle. Según han podido saber de los interrogatorios se llama Bernard V. pero es algo que no han podido constatar con los documentos que lleva encima, ni siquiera se conoce su nacionalidad. Sí dice haber nacido en el año 1964 pero no dónde.

El pasado martes creyó haber cometido un nuevo delito de manera perfecta, como, supuestamente, otras tantas veces había logrado. Antes de la una de la tarde abandonaba un hotel de Chiclana, concretamente de la zona de La Barrosa, con una deuda de 107 euros. La propietaria acudió a denunciar la estafa realizada pero el nombre que dio era bien distinto al que el detenido, posteriormente, le dijo a los agentes. Frank Schmid, alemán educado y con buena presencia no había levantado ninguna sospecha durante los días que permaneció en su habitación. Hasta la jornada que tuvo que dejarla y entonces decidió no pasar por recepción con la esperanza de que no dieran con él debido a que había utilizado una documentación falsa.

Pero los agentes de la Guardia Civil sí dieron con él gracias a la descripción de la propietaria y tras comprobar los problemas para su identificación procedieron a su detención. Ahora se ha abierto una investigación porque se sospecha que esta persona ha repetido la misma acción en diferentes establecimientos de la Bahía.

Una realidad que resulta bastante difícil combatir debido a que cuando los propietarios denuncian, estas personas suelen estar a varios kilómetros de la localidad y en busca de su siguiente víctima. La crisis económica ha generado un nuevo perfil de persona que busca el vivir en una habitación de gratis.

Conocido por los agentes

Y es que a pesar de que en este caso la identidad del infractor es difícil de certificar, lo que sí conocen bien los agentes es la supuesta estafa ya que en este verano se han multiplicado las denuncias por impago de las habitaciones. La semana pasada también se detenía a otro individuo al marcharse sin pagar de un hotel de Zahara y de hecho bajo la sospecha de haber realizado esta acción en otros hoteles de la provincia. Algo que tras las pesquisas se comprobó al encontrarse otras tres denuncias de diferentes equipamientos hoteleros. El problema es que miden con cuidado el no propasarse de los 400 euros, límite que marca el delito de una simple falta, por lo que no dudan en arriesgarse de vivir una estancia por la gorra.

Pero ahí no acaba la habilidad de estas personas que amplían su radio de delito en otros establecimientos como las gasolineras. En esta caso, el individuo acumulaba dos denuncias de gasolineras de Barbate por haberse ido con el tanque lleno pero sin soltar ni un sólo billete, claro que la cantidad tampoco sobrepasaba los 400 euros, el límite que nuca se rebasa.