SESIÓN DE CONTROL AL GOBIERNO

Zapatero afirma que España seguirá en Afganistán mientras aquel país suponga una «amenaza» para su seguridad

Anuncia la detención de cuatro personas implicadas en el asesinato de los dos guardias civiles y de su traductor el pasado 25 de agosto

MADRID Actualizado: Guardar
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España seguirá en Afganistán mientras el Gobierno considere que aquel país es una “amenaza” para la seguridad internacional y la de los propios ciudadanos españoles. José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido en el Congreso que la presencia militar sigue siendo necesaria para “evitar que el terrorismo extremista vuelva a adueñarse de la región”.

Es la primera comparecencia del presidente del Gobierno ante la cámara baja para explicar los porqués de esta misión en cinco años. En ella ha tenido que enfrentarse a las críticas de mayor parte de los grupos por sus evasivas a la hora de admitir que lo se libra en Afganistán es una “guerra”. Y también a la exigencia por parte de los grupos minoritarios de que comience el repliegue.

Esta vez, Zapatero sí ha afirmado que los soldados españoles –ahora mismo, 1.500 efectivos, cinco veces más que cuando él llegó al Gobierno- trabajan en un “escenario bélico”. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha evitado hablar de retirada. Aunque ha sostenido que la misión no puede tener una “duración indefinida”, ha alegado que antes de pensar en abandonar el país es necesario garantizar la estabilidad en la región mediante la “paulatina transferencia de responsabilidades a las autoridades afganas”.

Rajoy: «Todos hablan de guerra"

En su intervención, el líder de la oposición, Mariano Rajoy ha confirmado su apoyo al Gobierno. “Hay materias como la seguridad, la defensa o el terrorismo en el que no es bueno que entre nosotros surjan diferencias ideológicas, ni electorales ni de ningún tipo”, ha dicho. Pero, al tiempo, ha echado en cara a Zapatero su tardanza en explicar a los españoles la importancia y la naturaleza de la presencia española en Afganistán.

El presidente del PP ha insistido en que salvo Zapatero, “todos los que están allí dicen que es una guerra”. Y ha aprovechado para lanzar una puya con ironía: “estamos familiarizados con su temor a ciertas palabras y con su gusto por la adulteración del vocabulario”. Además, le ha reprochado que si se ha “sabido” que el ejército español participa en “primera línea” e interviene en “operaciones de combate” ha sido por Estados Unidos y no por el propio Gobierno español.

Por último, Rajoy ha reclamado que aclare si el repliegue, cuyo horizonte situó el presidente norteamericano Barak Obama en 2011, se producirá independientemente de si se cumplen los objetivos, “dicho en lenguaje antiguo –ha dicho- si se gana la guerra”, o aunque se pierda.

El resto de los grupos han reclamado con vehemencia una salida “cuanto antes”. Se esperaba que el más duro fuera el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, cuya formación ha sido siempre contraria a la implicación española en la misión de la OTAN. Pero ha sido el representante de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien ha hecho un discurso más duro y ha defendido que “ha llegado la hora de hablar de negociación del Gobierno de Karzai con los talibanes y con el apoyo de la comunidad internacional”, es decir, de pasar “de la solución militar a la solución política”.