MI CENTENARIO

Si nos hubieran preguntado a cualquier cadista por el peor escenario para el Centenario del Cádiz, todos habríamos respondido: una mala situación deportiva, una mala situación económica y una fractura social entre equipo y afición. Pues bien, los peores augurios se han cumplido. El equipo se encuentra en el pozo de la 2ª B, en concurso voluntario de acreedores y muchos aficionados han dado la espalda al equipo. Lo que es seguro es que el criterio económico vuelve a prevalecer otro año, con independencia de la división en que esté el equipo. El peor escenario posible está servido; así que, por pura ley de probabilidades, solo podemos mejorar.

Pero la mejora solo ha sido a medias. En lo deportivo, el equipo va primero tras tres jornadas de Liga, se cumple con los resultados, pero no con el buen juego (tampoco lo podemos pedir en esta categoría). En lo económico, los ejecutivos se han llevado un varapalo tras la eliminación copera, ya que se ha frustrado una posible buena taquilla. Pese a todo, hemos batido récords, ya que este año hemos pasado dos eliminatorias coperas. Y en lo social, no se ha mejorado nada. La afición sigue molesta con la cúpula del club, especialmente tras la última y esperpéntica Junta General, y se pregunta si se fue el sr. Muñoz.

Y en cuanto a la trascendencia social del Centenario del equipo, yo me compré un cupón de la ONCE para guardarlo, creo que después de muchos años voy a echar una carta (probablemente a mi mujer) para guardar el sello del Centenario y cuando pase por la Plaza Helios, miraré la bandera que allí han puesto. Y del grotesco spot televisivo, mejor no hablar. ¿Ese spot representa al Cádiz o a los cadistas? Parece que el Centenario va a pasar desapercibido. Una pena. Pero no todos van a ser malas noticias. Cádiz y el Cádiz son distintos. Seguro que sin querer hayamos entrado en el Libro Guiness de los Records. ¿Habrá en todo el mundo alguna entidad deportiva, social o económica que cumpla 100 años y no tenga presidente o cabeza visible? Seguro que no.