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ESPAÑA

«ETA siempre dice que está con la mano tendida, pero con una pistola por delante»

Asegura que «nada podemos aceptar de esa organización mientras intente legitimar su pasado criminal» José Ramón Recalde Jurista y político socialista

ANTTON IPARRAGUIRRE
SAN SEBASTIÁN.Actualizado:

Cada mañana, cuando se observa en el espejo, José Ramón Recalde es consciente de la cicatriz que le dejó en su pómulo izquierdo el disparo de un etarra. Desde hace diez años le persigue la imagen del negro agujero del cañón del arma ante su rostro, y al articular sus primeras palabras del día todavía siente en su boca el abrasador impacto de la bala. ETA intentó silenciarlo un 14 de septiembre de 2000, pero este veterano intelectual, jurista y político socialista donostiarra le demostró que es un superviviente al que jamás podrá hacer callar, aunque haya limitado su habla. Su experiencia hace más contundente su alerta de que la organización terrorista «siempre dice que tiende la mano, pero con una pistola por delante».

-Usted es de las pocas víctimas de ETA que vive para contarlo.

-Desde luego. El año 2000 fue terrible por culpa de ETA, ya que fue uno de sus más sangrientos. Yo tuve suerte, pero no puedo evitar recordar a los muertos, y entre ellos especialmente a cuatro que eran muy muy amigos míos: Fernando Buesa, Juan Mari Jáuregui, José Luis López de Lacalle y Ernest Lluch.

-¿Qué recuerda del día del atentado? ¿Sigue soñando con el negro agujero del cañón del arma que empuñaba el terrorista?

-No, ya no sueño con ello, aunque a veces se me camufla en las pesadillas. Mantengo muy vivo el recuerdo de lo que pasó aquel 14 de septiembre.

-¿Qué secuelas le han quedado?

-A parte de la dificultad para hablar, por lo menos un par de veces al mes tengo una inflamación en la lengua o en las encías. La boca sigue funcionando un poco de forma desordenada, pero por lo demás estoy bien.

-Nunca se ha determinado quién fue el autor del disparo.

-El que mató a López de Lacalle era el etarra José Ignacio Guridi, según el sumario, y el arma que portaba era el mismo que el utilizado por ETA para intentar asesinarme a mí. Ignoro si era también Guridi quien estaba detrás de mí aquel día y me disparó.

-¿Le perdonaría si fuera detenido y le viera cara a cara?

- ¿Por qué le iba a perdonar? Además, ahora mismo ETA está diciendo que no se arrepiente de nada y que sigue abierto a continuar atentando en el futuro. Los terroristas no me han pedido perdón, ¿por qué lo iba a hacer yo? ETA ha hecho demasiado daño y sigue haciéndolo.

- ¿Cómo valora el último comunicado etarra?

-Puede entenderse que ETA comienza a asumir su derrota, aunque no lo reconozca. Pero hay que tener presente que siempre dice que está con la mano tendida, pero con una pistola por delante, como el etarra que intentó matarme. No sé si ese comunicado es un paso positivo hacia la paz, la organización terrorista todavía no lo ha aclarado y a ella corresponde confirmarlo. Desde el Estado de los ciudadanos democráticos nada podemos aceptar mientras ETA intente legitimar su pasado criminal, su proyecto de apertura de un diálogo entre el Estado democrático y la organización criminal. No hay dos interlocutores para construir la democracia. Solo existen los que la defienden y los que atentan contra ella. Aquí solo hay un método político válido, el que emana de la Constitución y del sistema democrático.