EL SILENCIO DE LOS DIQUES
Actualizado:La última y dramática reconversión naval, la de 2004, que estuvo a punto de acabar con los astilleros gaditanos, nos dejó una industria muy recortada pero viable, nos dijeron, con una cartera de pedidos asegurada hasta 2011. Con ese optimismo patológico que nos caracteriza, o más bien con ese instinto de supervivencia que nos lleva a conformarnos con un leve atisbo de esperanza, pensamos que podíamos dejar atrás el problema del dique, que había quedado «dimensionado» y con buenas perspectivas. Hasta llegó algo de carga civil y descubrimos el alto nivel tecnológico de la fábrica de Faba, en La Carraca. Qué momento. En septiembre de 2007 publicabamos que la empresa estaba en una cifra histórica de carga de trabajo. Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. El caso no estaba resuelto y a los ingenieros navales responsables de la empresa no se les habían acabado para siempre los dolores de cabeza, ni la industria auxiliar podía adaptarse a la nueva situación y planificar a un plácido medio plazo. Se cumplieron los encargos y volvemos a la casilla de salida.
La partida viene ahora condicionada por la crisis mundial y, en especial, por su incidencia en el gasto público. Porque los astilleros gaditanos siguen dependiendo del Estado que es a la vez patrón y cliente, comprador y vendedor. Se trata, pues, de conseguir que Defensa encargue, por fin, un nuevo BAM. La urgencia es máxima, porque el paro aprieta al mismo ritmo que corre el tiempo hacia las elecciones, y en las filas socialistas se mueven todas las piezas para lograr que Carme Chacón, la ministra de Defensa, diga por fin que sí, en un contexto de ajuste férreo. La victoria conseguida en el Consejo de Ministros para evitar la paralización de las obras del segundo puente hace concebir esperanzas de que dé resultados otra vez el juego de influencias cruzadas entre Rubalcaba, Chaves y también Bibiana -¡qué posible cabecera para la lista gaditana al Congreso del PSOE! , aunque seguramente no en este orden- y al fin haya nuevo contrato para la Bahía. Navantia centra también sus esfuerzos en conseguir las reparaciones de la Sexta Flota de Estados Unidos. La reparación de una fragata de la Armada yanqui en agosto no sólo llevó a cien nuevas familias a vivir del dique, como antaño, sino que abrió la puerta a la esperanza de que el cuartel americano de Nápoles confíe en el buen trabajo demostrado por los profesionales gaditanos para encargarle nuevos trabajos. Sería un importantísimo balón de oxígeno para Carenas Cádiz, que vive la misma situación de ducha de agua fría tras una época de bonanza y un breve sueño de buenas expectativas. Y, sobre todo, sería un cliente de primer nivel.
Queda, aparte, el mercado chino, donde se hacen intensas gestiones. Entre que fructifican y no, intuyo que en la empresa y en los responsables políticos se empieza a elaborar una estrategia no solo para evitar conflictos, que a estas alturas no son tan fáciles de disparar, sino para atajar la indudable inquietud que produce el panorama de volver a ver a los obreros pescando bajo las grúas-pórtico.
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