No pronunciar un nombre en vano
Actualizado:En política vale todo menos los insultos: los que ha sufrido Sebastián Terrada por cumplir con su papel. En política vale todo menos la difamación. En política vale todo menos la difamación. Así, verbi gratia, puede cuestionarse la idoneidad de Arturo Pérez Reverte como comisario de la Exposición del Bicentenario, pero no achacar su designación a amiguismos, todo ello si es que finalmente le insisten en que acepte el encargo a pesar de su encendida carta de apaga y vámonos. A fin de cuentas, le avala su demostrada capacidad para este tipo de eventos, como ya demostró en Madrid con la muestra que conmemoró el 2 de mayo. A senso contrario, ¿cómo ningunear el prestigio de Julián Martínez como delegado de la Junta en Madrid, tal y como ha pregonado en estos días la derechona? Doctor en Historia, Martínez lleva media vida vinculado a la administración tanto como experto como en cargos de confianza por designación política, como es el actual. Así, llegó a ser director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura entre 2004 y 2007. Sus famosos 42.000 euros de salario bruto anual constituyen una cifra muy inferior al sueldo de otros delegados de Gobiernos autonómicos que perciben mucho más ya que tienen categoría de viceconsejeros o de directores generales. Sin ir más lejos, el delegado de la Xunta de Galicia en Madrid, José Ramón Ónega, gana casi 58.000 al año. Por no hablar de la delegación de la Comunidad Valenciana.