Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
diada en cataluña

La Generalitat cambia el formato de la ofrenda al monumento a Rafael Casanova para evitar los abucheos

Presencia destacada en el acto de Celestino Corbacho, a un paso de dejar el Gobierno para reforzar la lista del PSC que encabeza Montilla

EFE
BARCELONAActualizado:

Diada preelectoral en Cataluña que ha llegado con novedades porque los políticos no han tenido que sufrir, codo a codo, los habituales abucheos de radicales a partidos y entidades. Un cambio en el formato de la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova ha alejado al público unos cien metros de las inmediaciones de la estatua, lo que blindando a la clase política pero no ha silenciado las protestas.

Los ciudadanos que han acudido al acto se han tenido que situar detrás de las vallas ubicadas en la confluencia entre la Ronda Sant Pere y la calle Girona de Barcelona, mientras que el espacio más próximo al monumento, en la Ronda de Sant Pere, ha quedado ocupado este año por la orquesta que interpreta el himno de Cataluña al paso de cada delegación que homenajea a Casanova.

Protesta independentista

Fuentes de Presidencia de la Generalitat han precisado que este cambio de formato se ha hecho por recomendaciones de seguridad y no por un criterio político, y han recordado que cada vez es menor la afluencia de manifestantes radicales que viene a primera hora al monumento para abuchear e insultar a la clase política. Los ciudadanos que este año han podido situarse más cerca del monumento a primera hora de la mañana formaban parte de colectivos que, tras la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, pedían el final del resto de espectáculos taurinos en la comunidad. También había partidarios de la independencia con sus habituales pancartas en ingles de 'Catalunya is not Spain' y 'Catalonia is an opresses nation' que gritaban desde lejos a los políticos. Además, han repartido propaganda que reclama más presencia del catalán y que asegura que el castellano se ha impuesto "criminalmente" por el Estado.

Con los abucheos de fondo, el silencio se ha impuesto en la comitiva oficial. A diferencia de otros años, ni Montilla ni sus consejeros han hecho declaraciones a la prensa, justo la semana en que se ha dado a conocer la fecha de las elecciones catalanas para el 28 de noviembre. Este año ha tenido una presencia destacada en el acto el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cuya salida del Gobierno se ha presentado con el objetivo de reforzar la lista autonómica del PSC.

Mientras que Corbacho ha acudido a la tradicional ofrenda, la otra ministra catalana, Carme Chacón, al frente de Defensa, ha estado en el acto institucional del Gobierno autonómico que se celebra frente a la cascada del Parc de la Ciutadella.

PItos para el tripartito

Cataluña ha reivindicado la lengua catalana y el autogobierno en la primera Diada que se celebra tras el recorte del Estatut. El Tribunal Constitucional suprimió del texto catalán el deber de conocer el catalán y fijó que esta lengua no puede ser de uso preferente para las administraciones. En las manifestaciones y actos independentistas se ha escenificado la disputa que se ha abierto entre ERC y otras candidaturas partidarias de la autodeterminación que aspiran a entrar en el Parlamento autonómico tras las elecciones: Reagrupament y Solidaritat Catalana per a la Independència, formación liderada Joan Laporta.

El ex presidente y el entrenador del Barça, Josep Guardiola, han sido recibidos -a distancia- al grito de 'president, president' por algunos de los concentrados en el monumento de Rafael de Casanova. Aplausos también, aunque mezclados con algunos silbidos, para Unió Democràtica (UDC), encabezada por Josep Anton Duran Lleida. Para el resto, un alud de abucheos e insultos.

Los políticos más abucheados han vuelto a ser el presidente Montilla y el consejero de Interior, Joan Saura. Ambos han podido oir de lejos las peticiones de dimisión. Los partidos del tripartito han sido acusados de "vendidos, españolistas y botiflers". Los miembros de ERC, encabezados por Joan Puigcercós, han sido tildados de "cobardes" por acercarse al monumento de Casanovas emboscados detrás de una asociación cultural. CDC, encabezado por Mas y que prácticamente no llevaba distinciones del partido -llevaba decenas de banderas catalanas-- tampoco se ha librado de los abucheos y en contraposición a Unió no han recibido un solo aplauso. UGT y CCOO, que llevaban pancartas animando a ir a la huelga general, han tenido un recibimiento frío entre algunos pitos y la indiferencia general.

Los ciudadanos que han acudido al acto han mostrado su enfado por la decisión de los organizadores de alejarlos cien metros del monumento de Casanovas, al grito de "somos el pueblo, nosotros votamos". La distancia ha hecho que los abucheos se produjeran en el momento de la llegada y no durante la ofrenda. Con todo, la afluencia de ciudadanos ha sido menor este año que en anteriores y la mayoría de personas que han increpado a los políticos eran jóvenes y ancianos.