«Después de violarme me hacía rezar el Padrenuestro»

El documento sobre los casos de pederastia de la Iglesia belga fue colgado ayer en Internet, en la página en la página web www.commissionabus.be, con testimonios de las víctimas. De momento, sólo se ha ofrecido una versión en flamenco, pero más adelante se facilitará también en francés.

Los relatos son espeluznantes. «Para que seas purificada por Jesús, tengo que hacerte 'zim-bum', me decía el cura. Entonces empezaba a levantarme la falda y a tocarme las piernas, cada vez más cerca de mi sexo, hasta la eyaculación. Después me mandaba rezar un Padrenuestro», señala una mujer. Y añade: «El sacerdote decía que no teníamos que hablar de ello con nadie, que todo se quedaba entre Jesús y nosotros».

Los religiosos se cebaron en algunos casos con familias enteras. «Cuando tenía ocho años fui violada por un párroco. Ocurrió en la calle, tras salir de misa y delante de mi gemelo», cuenta una de las víctimas. Y añade que también su hermano había sufrido abusos, aunque por parte de otro religioso.

«El cura, durante ciertas celebraciones, nos llevaba a su casa y nos dejaba probar alcohol», dice otra víctima que empezó a sufrir abusos a los seis años. «Nos sentaba sobre sus rodillas y terminaba tocándonos y entrelazando sus piernas con las nuestras. Íbamos uno detrás de otro y él se ponía a temblar. Recuerdo que cuando lo hacía, nosotros nos reíamos. Nos parecía todo muy extraño, pero no veíamos el mal porque éramos muy pequeños. Nos habían dicho que teníamos que obedecer a los adultos y respetarlos, porque ellos decían lo que había que hacer», cuenta.