De lata de aceitunas a jarrón
Recicl-Arte devuelve a la utilidad una amplia gama de productos desechadosLa tienda abre sus puertas esta tarde en la calle Medina, y tiene previsto destinar el 10% de sus ganancias a proyectos solidarios
JEREZ.Actualizado:Para reunir el reciclaje, la solidaridad y el arte en torno a un producto comercial se necesita, ante todo, imaginación. Una cualidad que no le falta a María del Carmen Vega, la impulsora de la tienda que lleva por nombre Recicl-Arte.
La entidad comenzará su andanza esta tarde con la apertura de puertas a la calle Medina. Su secreto comercial es sencillo: ofrecer una gama bien diferenciada a todo lo que existe ahora mismo en la ciudad. Para este fin es capaz de convertir latas de aceitunas, botes de cacao y botellas de cerveza en jarrones restaurados que sostienen flores o velas. No obstante, la simplicidad huye de este rincón para las mezclas. La tienda no resalta por su espacio, pero sí por un cuidado de las piezas que se puede entrever a simple vista.
«Siempre he sido autodidacta», afirma Vega. «La gran mayoría de lo que hay ahora mismo en la tienda lo he hecho yo, porque quería que, al abrir, las cosas tuvieran el estilo que me gusta. Pero la tapicería sí que la ha hecho un grupo de mujeres artesanas».
Precisamente con ellas comenzó a gestar este proyecto. En esos inicios, María del Carmen Vega había decidido trabajar en Cáritas y en la Federación de Mujeres del Mundo Rural, organizaciones que le llevaron a abordar su afición desde una perspectiva social. Aquella labor acabó calando en la empresaria de una manera irrevocable. Tanto que, en la actualidad, ha decidido donar el 10% de las ganancias de su tienda a proyectos relacionados con la Cooperación y el Desarrollo.
Respecto al público que espera atraer con su propuesta, Vega explica que se dirige a todo aquel «que le encuentre un sentido a recuperar las cosas que desechamos». Además, apuesta por la originalidad para combatir las dificultades económicas. «En tiempos de crisis es cuando más hay que crear y darle a la imaginación», añade.
Y es que el día a día de esta jerezana dependerá de su capacidad para convertir las reliquias de los mercadillos en unos productos de calidad. Con este proceso de gestación han vuelto a la utilidad paragüeros, butacones, lámparas y un sin fin de enseres. Los muebles y armarios han perdido la palidez de su color inicial, y ahora se combinan entre ellos con tonos llamativos. «El color y la mezcla es la apuesta predominante en la decoración actual. Y aquí, la mezcla no faltará», asegura Vega.
Un comercio en el centro
La empresaria reconoce la difícil situación que vive actualmente el centro de Jerez; aún así, confía en la peculiaridad de su propuesta para atraer a futuros compradores. «Confío en que, al ser algo nuevo y diferente, llame la atención de los ciudadanos», explica.
Además, estima que abre sus puertas en el momento más idóneo. «Quiero empezar ahora para preparar la navidad, porque es la fecha que da más vida a este tipo de comercios», reconoce.
Los meses previos a la festividad los pasará dándose a conocer. Sin embargo, no sólo pretende hacer llegar las piezas que conforman su amplia gama de productos; también quiere incentivar el reconocimiento del trabajo artesanal. «Todo lo que hay aquí es diferente, no son productos en serie. Probablemente todo sea más barato que en una tienda de decoración al uso, pero también hay que valorar el trabajo manual». En este punto converge un principio imprescindible del ideario de Vega. «Llevamos tiempo trabajando por el comercio justo. Si no respetamos los precios, este proyecto no tiene sentido».