ETA mantiene al menos cuatro comandos listos para atentar
Las fuerzas de seguridad advierten que esas infraestructuras, a pesar de los golpes, siguen intactas y que hasta mayo la banda intentó sin éxito reforzarlas
MADRIDActualizado:No menos de cuatro 'taldes' "durmientes" con experiencia armada, una treintena de activistas liberados y dos docenas de 'legales'. Los golpes policiales de los últimos dos años han llevado a ETA a su situación de mayor debilidad operativa, pero la banda terrorista, a pesar de las detenciones, mantiene algunas de sus estructuras intactas desde la época de la jefatura de Garikotiz Aspiazu Rubira, 'Txeroki', e incluso anteriores.
Los servicios de Información de la Guardia Civil y de la Policía están convencidos de que, como en anteriores treguas y con independencia del resultado de este último alto el fuego, la banda intentará reorganizar estos comandos que se encuentran momentáneamente "colgados", mejorar las comunicaciones con esos grupos, restablecer el maltrecho aparato de acogida y, sobre todo, seguir recaudando dinero para mantener su 'plantilla' de pistoleros a sueldo.
La gran preocupación del Ministerio del Interior es el ya veterano 'comando Vizcaya', una difusa estructura terrorista que opera desde hace casi tres años y sobre la que no se han obtenido datos relevantes a pesar de la caída en este tiempo de hasta cinco jefes militares de ETA que, en teoría, dirigían en persona las actividades de este 'talde'.
Ese grupo, que cuenta con al menos tres 'legales', se cree que es el responsable del seguimiento y asesinato el 19 de junio de 2009 del policía nacional Eduardo Puelles en la localidad vizcaína de Arrigorriaga y el intento de matar a otro agente en Basauri con otra bomba lapa en septiembre de 2008. Este comando también estaría detrás del intento frustrado de asesinato del escolta Gabriel Ginés en octubre de 2007, los ataques contra las sedes socialistas de La Peña (Bilbao) y Durango en octubre de 2008 y julio de 2009, la bomba contra la vivienda de un empresario de Amorebieta en marzo de 2009 o el ataque contra un repetidor de Cantabria en mayo de ese mismo año, su último atentado antes del asesinato de Puelles.
Intentos de reorganizar el 'comando Vizcaya'
Los expertos antiterroristas de la Policía Nacional creen que desde hace más de un año esta estructura ha permanecido en "estado durmiente" y sin contactos con la cúpula debido a la presión policial tras el atentado que costó la vida al funcionario, pero creen que tiene capacidad de "reorganizarse" en cualquier momento y sin necesidad de que ETA envíe desde Francia a un 'liberado' para liderar el comando. El último jefe de ETA, Mikel Karrera, 'Ata', hasta su detención en mayo en el país vecino, intentó "sin éxito revitalizar" ese 'talde', según los informes policiales.
Karrera, como su antecesor en el cargo, Ibon Gogeaskoetxea, capturado en febrero, también había planeado el pasado febrero reactivar y reforzar la otra estructura operativa en Guipúzcoa. Este grupo está relacionado con el asesinato del empresario Ignacio Uría en diciembre de 2008, un atentado sobre el que todavía quedan muchas lagunas por aclarar. La última acción que se le atribuye data de febrero de 2009, cuando voló la Casa del Pueblo socialista de la localidad de Lazkao. Las fuerzas de seguridad también le imputan en enero del pasado año el ataque contra un repetidor de telefonía en el pueblo guipuzcoano de Hernani.
Taldes itinerantes
ETA declara el alto el fuego además con dos peligrosos 'comandos' itinerantes aún sin neutralizar, de los que nada o muy poco conocen las fuerzas de seguridad a pesar del tiempo transcurrido y de las decenas de detenciones practicadas desde entonces. El primero es el que perpetró el último atentado mortal de la banda terrorista, el asesinato en Palma de Mallorca a finales de julio de 2009 de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada García, y Diego Salva Lezaun, a los que mató con una bomba lapa adosada a su todoterreno en Calvià (Mallorca). Esos terroristas además sembraron de bombas la isla.
Según los análisis de las fuerzas de seguridad, el cuarto comando que la organización tiene incólume es también 'movil' y es el que perpetró el gran atentado con una furgoneta bomba, también a finales de julio del pasado año, contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, que dejó 65 heridos.
A estos comandos, los informes del Ministerio del Interior suman una red de informadores o una infraestructura de ETA en Madrid. Esos colaboradores de la banda terrorista llevan trabajando sin dejar pistas desde, incluso, la declaración de la anterior tregua en 2006. Sus datos han servido para perpetrar atentados como el coche-bomba contra la sede de Ferrovial, en febrero de 2009.