La fuerza de Chapín
Actualizado:La temporada ha arrancado mal, tremendamente mal. No sé si han dolido más las derrotas, las formas en las que se han producido o la goleada, pero lo cierto es que el xerecismo se ha llevado un palo importante al ver cómo toda su ilusión se esfumaba a las primeras de cambio.
Perder ante el Cartagena no entraba en los planes de casi nadie. Es más, se hablaba de los cincuenta puntos porque era lo que tocaba, pero me consta que más de uno tenía las miras puestas mucho más arriba. Sinceramente, yo tampoco esperaba este nefasto arranque de competición. Me podía más el corazón que la mente a pesar de que me habían surgido muchas dudas tras los dos últimos amistosos de pretemporada. Ahora varias interrogantes rondan mi mente a la hora de buscar culpables, pero tampoco creo que no es el momento de apuntar a nadie y sí es la hora de que se comience a notar la fuerza de Chapín. Desde ya, desde el próximo encuentro, desde el minuto uno de la visita del Numancia.
El Xerez es fuerte por muchas cosas, pero durante los últimos años lo ha sido gracias a su afición, al incansable apoyo de su grada, a los constantes cánticos y gritos de ánimo que han obrado no uno, sino dos, y casi tres milagros en las últimas campañas.
Los propios integrantes de la plantilla conocen el secreto y esperan que la fuerza de Chapín levante la moral a un vestuario que también se ha visto sorprendido por el bajo rendimiento que están dando. Por todo ello, y a pesar de las evidentes carencias que aún tiene un equipo al que le falta mucho rodaje, Chapín no puede fallar, debe armarse de paciencia y tirar de unos jugadores que tienen todo el tiempo del mundo para soñar con lo que quieran. Pero el primero de los objetivos debe ser sumar los tres puntos ante el Numancia. Si llega la clasificación para la siguiente ronda de la Copa mucho mejor, pero sobre todo los puntos en Liga. Fuerza Xerez, fuerza Chapín.