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Uno de los goles del Barça dejó de rodillas al portero xerecista ante la decepción generalizada de la expedición azulina, que vio cómo en su mejor momento de juego recibió el segundo tanto, quedando sentenciado el encuentro a favor de los blaugranas. :: JOMA
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Una fábrica de fútbol azul y grana

El Xerez cayó derrotado con justicia ante un Barça B que dominó de principio a fin

Salva Galván
Barcelona Actualizado:

El FC Barcelona se ha convertido en los últimos años en la mejor fábrica de fútbol del mundo. Lo ha demostrado Guardiola, Messi, Xavi y compañía con el primer equipo y lo hacen evidente día a día con una cantera rica en futbolistas de muchos quilates. Ayer Luis Enrique y sus chavales se impusieron con justicia a un Xerez que volvió a mostrar su peor cara. Otra vez (al igual que con el Cartagena) estuvo en las manos de un equipo que le dominó, le robó el balón y se impuso en el marcador. Los de Javi López apenas inquietaron la portería de Olazábal a pesar de que Javi López trató de borrar de su mente el primer partido de Liga y apostó por el once titular que pasó la eliminatoria de Copa ante el Nàstic. Exactamente los mismo once hombres que saltaron al Nou Estadi volvieron a salir ayer por el túnel de vestuarios del Miniestadi. Un par de dudas sobrevolaban la alineación del preparador catalán y ambas se confirmaron pues Chema se quedó en el banquillo y Antoñito conservó su puesto en el once titular. El mayor palo fue para el de Orihuela, que había recuperado su sitio en el equipo después de un duro año en Primera División y ayer lo perdía nuevamente. De cualquier manera, da la sensación que la medida ha llegado por méritos de Lledó más que por fallos de un Chema al que no se le puede culpar de la goleada encajada en la primera jornada de Liga ante el Cartagena.

Otro que confirmaba sus peores augurios era Edu Moya, pues comprobaba que la suplencia en Copa no había sido cosa de un día. Redondo, que firmó un buen encuentro en Tarragona, le robaba la posición y, de momento, parece que se adueña del lateral derecho de la defensa xerecista, aunque si firma muchas actuaciones como la de ayer en Barcelona no habría que descartar que las puertas del equipo se volvieran a abrir para Edu Moya. Y es que el lateral derecho sevillano poco hizo para evitar que el equipo de Luis Enrique se adelantara en el marcador antes de que se llegara al tercer minuto de partido.

Nolito arrancó desde la izquierda y se metió en el área con una doble pared que culminó Soriano con un fuerte disparo dentro del área. El Barça B se ponía por delante cuando el Xerez ni tan siquiera había palpado el esférico. Y es que si importante fue el baño que el Cartagena le dio a los azulinos el pasado domingo, aún mayor fue la lección de fútbol que los azulgranas dieron de inicio al equipo que entrena Javi López -ni el Barça fue tan superior en el Nou Camp la temporada pasada en Primera-. Y es que los primeros 45 minutos fueron una perfecta muestra de lo que es el Fútbol Club Barcelona y su cantera. El filial es un clon del equipo que ha maravillado al fútbol mundial, practican el mismo juego basado en el toque, los desmarques constantes, la rapidez de movimientos. Sencillamente impresionante, una auténtica delicia ver cómo esos chavales engrandecen este juego desde su juventud.

Al igual que Guardiola, Luis Enrique tampoco quiere balones largos, obliga a los suyos a que el cuero corra por el prado desde el primer pase. Por eso el portero siempre buscaba a uno de los centrales que abrían el campo desde el primer metro. Cada uno de ellos se colocaba pegado a una banda y el medio centro, pendiente al quite. Fontàs y Oriol Romeu recibían y marcaban el tempo del encuentro, triangulaban esperando a que el hueco surgiera en el centro del campo, y cuando el esférico llegaba a Dos Santos, el Barça incrementaba una marcha, pues el mexicano tocaba y se movía, buscaba al compañeros y se movía, siempre al primer toque, siempre con criterio. Un producto más de la cantera que tarde o temprano jubilará a los Xavi e Iniesta.

Es cierto que el Xerez tuvo el empate a la siguiente jugada del gol de Jonathan Soriano -Antoñito falló lo que no suele-, pero después desapareció, le resultó imposible tener un balón que cayó en propiedad de un conjunto azulgrana que tocaba y llegaba.

Lledó, que no pudo detener el tanto de Soriano, tuvo que salvar en varias jugadas tras ver como los azulinos no eran capaces de superar con criterio el centro del campo. Ni tan siquiera en las jugadas a balón parado los de Javi López ponían en aprietos al cuadro local, pues los de Luis Enrique también corrían, presionaban e innovaban cuando se trataba de defender. El técnico asturiano adelantaba muchísimo la línea en las faltas laterales, quitaba a todos sus jugadores del área sin que los xerecistas supieran sacar partido a esos metros. Tuvo que producirse una extraña jugada para que el Deportivo igualara. El crono estaba a punto de llegar al 45' y el balón venía de un libre directo favorable a los xerecistas que había pegado en la barrera. El Barça B trataba de montar la contra y los azulinos -ayer estrenando la nueva equipación blanca- de frenarla cuando el cuero le cayó en los pies a Bermejo. Mario se revolvió y le pegó seco desde unos 25 metros para superar a Olazábal, que poco pudo hacer para detener un balón que siempre dibujó una trayectoria ascendente.

En la segunda parte el juego de los azulgranas no fue tan ordenado, pero les valía para monopolizar la posesión y las ocasiones. El gol era cuestión de tiempo, y de hecho llegó a falta de un cuarto de hora para el término de un encuentro que el Barcelona B se llevó con total justicia.